Ante un embarazo fuera del matrimonio, lo más importante no es el juicio, sino el amor, porque una hija que recibe apoyo y respeto de sus padres podrá enfrentar su maternidad con esperanza, dignidad y fortaleza. Foto Especial.
¿Tu hija te dijo que se embarazó y no está casada? Respira profundamente… y acompáñala.
Es cierto que cuando una hija revela que está embarazada y no está casada, puede ser un momento abrumador para cualquier padre o madre. Sin embargo, más allá del impacto inicial, este es un momento crucial en el que el amor, la caridad y el respeto a la dignidad de la joven deben prevalecer.
Es natural que, además de ser un gran golpe emocional, los padres puedan sentir miedo, enojo o incertidumbre al recibir la noticia de que su hija está embarazada fuera del matrimonio, pero también se debe ver como una oportunidad para responder con amor, respeto y fe, tal como nos enseñó Jesucristo en su trato con los más frágiles.
Jhoame Nequis, responsable de vinculación digital en la Fundación Isabel, ha acompañado de cerca a muchas mujeres embarazadas en situación vulnerable y a partir de su experiencia, nos ofrece seis consejos esenciales para los padres y madres que viven esta realidad, cada vez más común en México y el mundo.
La también líder de “Tribus” (grupos de apoyo a mujeres embarazadas vulnerables) en las alcaldías de Iztapalapa y Benito Juárez en la Ciudad de México, destacó que si bien es cierto que el hecho de que las jóvenes se embaracen sin casarse es un tema importante, lo es aún más el que a veces son adolescentes que “ni siquiera tienen una madurez, ni una estabilidad emocional, como para mantener un bebé, y ese es su miedo.
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La Iglesia Católica nos enseña que toda vida humana es sagrada desde la concepción y que la caridad debe estar por encima del juicio. Si bien el embarazo fuera del matrimonio no es lo ideal, el amor siempre puede transformar una situación difícil en un camino de crecimiento, conversión y esperanza.
“Ni yo te condeno; vete y no peques más” (Jn 8,11). Ese fue el mensaje de Jesús a la mujer sorprendida en falta. Ese debe ser también el mensaje de los padres y madres a sus hijas en momentos de fragilidad, para que sepan que jamás estarán solas.
Así, ante un embarazo fuera del matrimonio, lo más importante no es el juicio, sino el amor. La caridad comienza por casa, y una hija que recibe de sus padres apoyo, orientación y respeto podrá enfrentar su maternidad con esperanza, dignidad y fortaleza.
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