El 6 de enero es una fecha esperada por los niños porque reciben regalos de los Reyes Magos, en su mayoría por “haberse portado bien durante el año.
Sin embargo, esta tradición va más allá, pues los obsequios que los Reyes Magos llevaron al Niño Dios representan generosidad y amor, valores que se deben inculcar en los más pequeños de la casa, destaca Leticia Díaz Rivera, terapeuta familiar.
“Cada familia lo trata de diferente manera, pero siempre es importante fomentar estos valores, nunca restarlos”, añade, esto para darle significado a los regalos.
Para Valeria Arellano, maestra en Ciencias de la Familia, la Navidad y Día de Reyes son fechas que se deben aprovechar para desarrollar en los niños el don de la gratitud, “es una oportunidad para preparar su corazón a recibir algo muy valioso y gratuito, lo cual deben agradecer”.
Explica que no se sabe cuándo comenzó la tradición de recibir regalos; sin embargo, en estas fechas se experimenta esa gran alegría. “Hay niños que le ponen ‘peros’ o se enojan porque no recibieron lo que pidieron, pero, ¿Jesús le hubiera puesto objeción a los regalos o dones que le dieron?”, pregunta la especialista.
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Arellano comenta que los padres deben enseñar a los niños el don de la gratitud, y éste comienza desde que se escribe la carta a los Reyes Magos, la cual se debe hacer con mucha humildad. “No es una lista del supermercado, es una petición”.
Por ello hay que mostrarles que si bien pueden escribir todo lo que deseen en una lista, eso no significa que hay una obligación de recibirlo.
Y se debe concluir con: ‘O lo que ustedes me quieran traer’”.
Finalmente, ambas especialistas recomiendan que las familias lleguen a un nivel más anímico de carta a los Reyes, por ejemplo, pedir a los niños que incluyan los regalos emocionales que quieren recibir: pasar tiempo con la familia, jugar más con papá o mamá, entre otros.
“Hay niños que reciben juegos muy grandes, pero no los utilizan porque no tienen con quién jugar; es cuando el niño valora más la compañía que el mismo juego”, comenta Valeria Arellano.
Añade que los seres humanos estamos hechos para recibir con más amor y gratitud los regalos espirituales, y en los niños estos son muy importantes, pues al recibir lo que el espíritu desea, ellos se sienten escuchados.
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