¡Quédate en casa!, es el llamado urgente de la Arquidiócesis de México frente al aumento de contagios de COVID-19.
En los últimos 10 días se han registrado casi 100,000 contagios de Covid-19; una cantidad equivalente al 8.3% de los 1.15 millones de casos detectados desde el inicio de la pandemia en México, hace nueve meses.
Puedes leer: Cardenales Cupich y Aguiar piden celebrar a la Guadalupana en casa
Es cierto que el número de pruebas ha aumentado, particularmente en la Ciudad de México, donde se realizan 20,000 al día, lo que ha permitido conocer con mayor certeza el número de contagios, y de esta manera proceder a su aislamiento.
Sin embargo, también es cierto que se han relajado las medidas de cuidado y prevención, razón por la cual la Organización de las Naciones Unidas pidió a nuestro país ( autoridades de gobierno, líderes sociales y ciudadanos) tomar en serio el visible repunte de la pandemia, y hacer lo que esté en nuestras manos para detenerlo.
Desde la Arquidiócesis Primada de México aprovechamos este espacio para hacer un llamado urgente a todos los ciudadanos a limitar sus salidas, a evitar las reuniones innecesarias (especialmente en espacios cerrados), a extremar las medidas de prevención y a reaccionar lo más pronto posible si existe la mínima sospecha de ser portadores del virus.
Cada año, la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe es un espacio de fe y esperanza para millones de personas en México y en muchas otras partes del mundo, pues Ella vino a quedarse con nosotros para ofrecernos su protección y amparo.
No obstante, en esta ocasión la pandemia representa un gran peligro para los peregrinos, por lo que no podemos celebrar las festividades como estamos acostumbrados.
Es momento de tomar decisiones difíciles, pero necesarias. De nuestra parte, la decisión de cerrar la Basílica de Guadalupe, del 10 al 13 de diciembre, fue una medida histórica, pero basada en la responsabilidad y en la solidaridad, así como en el amor que Nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, le tiene al pueblo mexicano.
Preparemos, pues, nuestra casa para recibir a la Virgen de Guadalupe esta semana. Venerémosla con mucha fe en familia, y evitemos las aglomeraciones. Cuidarnos y cuidar al prójimo es un deber de todo católico.
Y así como Ella visitó al tío Bernardino cuando estaba enfermo, así llegará a nuestras casas, por lo que debemos estar preparados para recibirla como quiere y merece.
La Navidad que queremos, el Año Nuevo que deseamos, dependen de esta oportunidad inigualable de regalarnos amor, vida y la esperanza de que, juntos, superaremos pronto esta difícil prueba.
Investigación revela que hay una real preocupación por estos problemas que siguen presentes en contra…
El Papa León XIV compartió el almuerzo compartido con personas sin hogar, presidió la Santa…
La paz nace cuando decidimos cuidar lo que decimos, cuando evitamos sembrar odio en las…
La correcta interpretación de las palabras del Señor que usan la hipérbole requiere el conocimiento…
Podemos ayudarlos a vencerlas si no sólo los seguimos, sino pedimos por ellos en nuestras…
Los consejos evangélicos son prácticas de vida que implementó Jesús y que los laicos pueden…
Esta web usa cookies.