P. Juan Jesús Priego

Una temporada en Noruega

Johan Bojer (1872-1959), al escribir su novela Los emigrantes, pintó siempre atormentado a Morten Kvidal, siempre pensativo y taciturno. Pero…

3 años hace

La historia de nuestra vida

Hay quienes aman el pasado, el pasado de los otros, pero el pasado propio, el pasado personal, no lo aman;…

3 años hace

Rezar el Salmo 33 en voz alta…

Se dice hoy: “Es preciso creer en algo”. Yo soy cristiano, y sin Cristo no sé para qué podría servir…

3 años hace

El sueño, la noche

¿Le he dicho ya, señor, que me gusta la noche? Pareciera que, cuando oscurece, el mundo se va a dormir.…

3 años hace

La maldición del ciempiés

Cuenta Gustav Meyrink (1868-1932), escritor austríaco, que un sapo vio caminar a un ciempiés y quedó atónito.

3 años hace

El arte de sentarse

Sentarse también forma parte de eso que la espiritualidad cristiana llama la imitación de Cristo. ¿Quiere usted, amigo, imitar al…

3 años hace

Meditación sobre el infierno

¿Existe el infierno? las palabras Dios e infierno parecen contradecirse, ¿Pudo Dios haber creado un lugar de dolor infinito?

3 años hace

La ley de la vida

¿Cómo se hace para que las personas no cambien? ¿Qué puede hacerse contra esta ley de la vida? La mujer…

3 años hace

El secreto

Los demás sólo son importantes para nosotros cuando son capaces de demostrarnos que también lo somos para ellos.

3 años hace

Vida nómada

Dejamos abandonada en el camino a muchísima gente: gente a la que vengará otra gente más joven cuando le parezca…

3 años hace

¿Cómo debemos recibir la opinión de los demás?

Hay personas que se dejan influenciar mucho por los demás, al punto de perderse a sí mismas, ¿eres una de…

3 años hace

La comunión de los santos

¿Será que mi vocación se deba a la plegaria de una anciana desconocida, arrodillada en una capilla lejana, que pidió…

3 años hace

Oración para pedir sueño

Señor, dame esa inocencia que sabe cerrar los ojos y abandonarse. La humildad de aceptar que, al menos por hoy,…

3 años hace

Los planes de Dios

Si trabajas para otro, eres un esclavo. Pero si trabajas para Dios, entonces puedes considerarte su servidor del mundo.

3 años hace