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laboratorio le manda- ron atención médica urgente, ya que ha- bían detectado un problema en el corazón.
Pero Mónica tardó todavía mucho en atender las indicacio- nes, pues se sentía bien. Cuando final- mente lo hizo, la hos- pitalizaron casi un mes.
Actualmente, Mónica y su esposo dedican parte de suvidaala Evangelización, llevando a la virgen peregrina de Schoenstatt a las familias.
No lograban dar
con la causa de la alteración cardiaca, y Víctor y Mónica decidieron buscar otro hospital, pero antes querían hacer una pa- rada en casa para ver a sus tres hijos, pues no sabía cuánto tiempo la volverían a in- ternar y si saldría bien.
Después de firmar que salían del hospital sobre su propio riesgo, Mónica fue a casa. Junto con su esposo Víctor, llegó en taxi hasta la entrada de la unidad habitacional, pero al bajar, comenzó a sentirse mal.
“Mi corazón se estaba quedando sin energía. Los 200 metros de la entrada de la unidad habitacional hasta la casa, los caminé en una hora”, cuenta.
Pero el haber visto a sus hijos aquel día fue la energía que le permitió descansar para atenderse al día siguiente en otro hospital. Cuando Mónica llegó, la recibieron de emergencia y la internaron, pues iba sumamente débil. Y es que, para entonces, su corazón registraba sólo 37 pulsaciones por minuto.
UNA SEÑAL
Días después le indicaron que debía prac- ticarse un estudio, pero ella había escu- chado de una persona que, al hacérselo, había quedado discapacitada.
Mónica tenía mucho miedo en aceptar el estudio, pues le preocupaban sus pe- queños hijos. ‘¿Qué harían con una madre discapacitada?’, pensaba. Sobre todo cuan-
Monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal con Mónica y Víctor.
“Literalmente, sentí como me quedaba sin pila, como los celulares”.
do sólo tenían 6, 4 y 2 años de edad. Mientras oraba, todo se aclaró: “Si tú, Señor, eres el dueño de la vida, mi vida depende de ti. Que se haga tu voluntad. Sólo dame una señal de que todo va a
estar bien”, le dijo a Dios.
La respuesta no tardó. Al día siguiente,
una persona que se encontraba en el mismo cuarto, se le acercó para platicar con ella:
–No tengas miedo del estudio que te van a hacer. A mi hijo se lo hicieron cuando estaba pequeño, y ahora está muy bien.
-¿Cuántos años tiene tu hijo. -Tiene 33 años, actualmente. -¿Y cómo se llama?
-Jesús.
Era la señal que Mónica esperaba. Pero el Día de la Inmaculada Concepción de María le avisaron que no realizarían el es-
PERFIL
La historia de fe de Mónica y Víctor
Cuando Mónica y Víctor se casaron, el doctor les aseguró que no podrían tener hijos.
Sin embargo, tuvieron tres: un niño, al que llamaron Juan Pablo -en honor al Papa- , y dos mujeres.
Estuvo a punto de morir; en la recuperación de su salud presenció lo que considera un milagro.
tudio, y le pondrían un marcapasos. Actualmente, ambos dedican parte de su vida a la evangelización, como misio- neros, llevando a la Virgen Peregrina de Schoenstatt a las familias “para que Ella las visite e interceda ante su Hijo, por sus necesidades espirituales y materiales en
la unidad habitacional en la que viven”.
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www.desdelafe.mx desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 26 de junio de 2022 11