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 “Apenas subí al coche, me quedé dor- mida. Cuando llegamos, abrí los ojos y vi una cosa maravillosa que me hizo llorar de alegría: ¡Estábamos en Disneylandia! No podía dejar de llorar. El señor nos dio dinero para comprar lo que quisiéramos; a mí que me encanta sacar fotos, me regaló seis rollos”.
“Si tenemos un sueño, si lo deseamos con todo el corazón y se lo pedimos a Dios, un día, en el momento más inesperado, Él nos da oportunidad de alcanzarlo”.
CASI CASI...
POR POQUITO
Cuando tenía 40 años, llegó a la casa hogar una señora con su ma- rido, preguntando si todavía estaban ahí dos niños que habían dejado hacía mucho tiempo: un niño de dos años y una más pequeñita, sin precisar la edad de ella.
Una comunidad decinco religiosas,
y su equipo, encabezados por la hermana Mayín, atienden a85niñasy niños de todas las edades.
El Card. Aguiar visitó el Instituto Pro Niñez Mexicana, como parte de la Visita Pastoral.
  Yo quería decirles:
‘¡Soy yo! ¡Soy yo!’. Que-
ría levantar la mano,
que me vieran. Les
preguntaron: ‘¿Hace
cuánto los dejaron?’.
‘Pues hace como 38 años’, dijeron los se- ñores’. Y mi corazón se seguía llenando de emoción.
CONÓCELO
Conoce la gran labor del Instituto Pro-Niñez Mexicana:
Fue fundado por la Madre Ma. De los Ángeles Ibellez Hernández en
el año de 1960.
Es atendido por la congregación que ella fundó: las Religiosas de la Divina Providencia e Hijas de María.
Actualmente atienden a un total de 85 niñas y niñas, desde recién nacidos hasta preparatoria.
¿Quieres ayudarlos? Contáctalos: Oriente 257 #204, Agrícola Oriental. Teléfono: (55) 5558015.
Actualmente, la casa hogar de las Religiosas de la Divina Providencia e Hijas de María alberga a 85 niños, atendidos por sólo cinco religiosas, contando a la hermana Mayín, quien desde hace 3 años funge como superiora.
“De un jalón se nos murieron tres re- cientemente, y otras se fueron porque sintieron que se venía duro el trabajo. Así que quedamos cinco, como cinco son los dedos de una mano: cada dedo es diferente al otro y cumple una función distinta, pero al cerrarse la mano se hace mucha fuerza y se pueden lograr muchas cosas”.
Finalmente, la hermana Mayín habla de un deseo que guarda en el corazón: “Mis papás dijeron que regresarían. Yo a veces digo en broma: ‘A lo mejor no les ha dado tiempo’. Ya no creo que vengan. Eso sí, le pido a Dios me conceda encontrarlos en el cielo, y darles las gracias de todo corazón por haberme dejado aquí, donde pude poner mi vida al servicio de Dios y de los niños”.
  Hasta que los mismos señores dijeron los nombres de sus hijos: “Se llamaban Mar- garita y Leonardo”. En ese momento la her- mana Mayín supo que no se trataba de ella y de su hermano, sino de otros que habían llegado en circunstancias similares.
“Margarita y Leonardo desde luego que ya no estaban aquí -platica-. Lo importante es que pudimos contactar a los señores con sus hijos, y fue muy conmovedor ver- los nuevamente juntos. Esto me sucede cada vez que los niños se reencuentran con sus familias”.
       MIRAR ES AMAR,
AMAR ES COMPARTIR
www.desdelafe.mx desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 5 de junio de 2022 9
    




































































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