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/ HISTORIA DE FE
Con frecuencia se preguntaba por qué sus padres la habían abandonado; con el tiempo, encontró la respuesta en Dios... y en los niños.
Por Vladimir Alcántara @desdelafemx
H an transcurrido 60 años des- de que las Religiosas de la Divina Providencia e Hijas de María recibieron en su casa hogar a una pequeñita de 15 días de nacida y a su hermanito de dos años. Sus papás los llevaron ahí, y los dejaron con la
promesa de que un día regresarían.
La hermana María del Carmen Sánchez ‘Mayín’ -como es conocida la actual supe- riora de la comunidad- recuerda haber tenido una infancia muy feliz al lado de su hermano, bajo los cuidados de las re-
ligiosas de aquella época.
“Tenía unos ocho años cuando empecé
a darme cuenta de la manera en que las madres se desvivían por nosotros; y a co- brar conciencia de que también existía un mundo allá afuera. No era que no saliera, pero empezaba a entender la realidad”.
De bebé llegó a
esta casa hogar; hoy es superiora
Su hermanito creció y fue llevado a una casa hogar para niños un poco más gran- des; ella se quedó ahí, sintiendo cada vez más fuerte el deseo de abrazar la vida religiosa.
“El Matrimonio me sonaba bien; tenía suerte con los muchachos y me hicieron varias propuestas de noviazgo. También iba creciendo en mí un deseo imposible de cumplir dentro de la comunidad por la pobreza en la que vivíamos: conocer Disneylandia”.
A los 15 años lo decidió: dejó a un lado su sueño de ir a Disney y la idea del Ma- trimonio, e ingresó a la comunidad de religiosas.
LA ALEGRÍA DE SERVIR
“Por más que tenía una vida plena, siempre me preguntaba por mis papás: ¿quiénes eran?, ¿por qué me habrían dejado?”.
Sabía de las graves condiciones de
pobreza de muchos papás que dejaban a sus hijos en la casa hogar, y suponía que esa había sido la razón por la que sus papás los habían dejado ahí.
“No les podría guardar rencor. Final- mente me dejaron al inicio de un camino en el que siempre está Dios, y encontré la alegría que hay en servir”.
UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
La religiosa cuenta que cuando tenía 21 años, la mandaron a Tijuana con otras hermanas a un congreso de Pastoral Vo- cacional, al que asistieron gracias a un benefactor que se hizo cargo de los gastos, y les tenía una sorpresa para el último día del viaje.
La Hermana María del Carmen, a quien los niños llaman cariñosamente ‘Mayín’ .
8 5 de junio de 2022 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx