Año Jubilar de san Juan Diego: así puedes ganar la indulgencia plenaria

La celebración de las Fiestas Guadalupanas inicia oficialmente con la fiesta patronal en honor de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el 9 de diciembre. Y este año, en particular, han comenzado con una gran noticia: el inicio de un Año Jubilar en honor del mensajero de la Virgen de Guadalupe, con motivo del 20 aniversario de su canonización.

Así se dio a conocer durante la celebración eucarística que presidió el cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, en la Antigua Parroquia de Indios, ubicada dentro del complejo de la Villa de Guadalupe.

Antes de la lectura del decreto que ofrece los detalles del Año Jubilar, el P. Eduardo Chávez, canónigo del Venerable Cabildo de Guadalupe y postulador de la Causa de Canonización de san Juan Diego, habló de la importancia de que el vidente de la Virgen haya sido elevado a los altares por Juan Pablo II, aquel 31 de julio de 2002, en el Tepeyac.

“Gracias a la canonización de San Juan Diego –explicó– el Papa de alguna forma también canoniza el evento guadalupano. La infalibilidad del Papa está implícita en la proclamación que hizo de que San Juan Diego está en el Cielo; de que este hombre es puente entre el Cielo y los hombres; de que este hombre es modelo de santidad para el mundo entero; es decir, por la canonización de San Juan Diego nosotros sabemos que es totalmente cierto este amor de parte de Dios, que se manifestó a través de la Virgen de Guadalupe“.

El canónigo de la Basílica agradeció al cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, por el Año Jubilar que es -apuntó– para la santificación de los fieles.

Condiciones para obtener la indulgencia

El decreto -firmado por el Arzobispo Primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes el 12 de octubre de este año- fue leído por uno de los vicarios de la Parroquia de Santa María (Capuchinas). En el documento se establecen las condiciones para ganar la indulgencia plenaria o parcial.

Es importante señalar que el Santo Padre permite que en las iglesias parroquiales se gane la indulgencia plenaria dos veces al año: el día de la fiesta del titular, y otro día que el ordinario del lugar considere oportuno para los fieles.

En este caso, el decreto establece que, para celebrar el 490 aniversario de las apariciones de Santa María de Guadalupe a San Juan Diego, ocurrido el 9 de diciembre de 1531, se podrá ganar esta gracia, ya sea total o parcial, cumpliendo con las siguientes condiciones:

Indulgencia plenaria

La indulgencia plenaria puede aplicarse en sufragio de las almas de los fieles difuntos o de aquellos fieles que, verdaderamente arrepentidos y con las debidas disposiciones y condiciones, acudan a la Parroquia de Santa María de Guadalupe (Capuchinas), en la Villa de Guadalupe, el día 9 de diciembre de 2021 o de 2022, o el 23 de enero de 2022, aniversario de erección de dicha parroquia.

Indulgencia parcial

El decreto también establece indulgencia parcial, de acuerdo con las normas establecidas, a quienes realicen diversas obras de piedad y de caridad organizadas en y desde la Parroquia de Santa María de Guadalupe (Capuchinas); además, a los fieles que participen de la adoración del Santísimo Sacramento durante al menos media hora, de la lectura piadosa de la Sagrada Escritura, del piadoso ejercicio del Viacrucis o del rezo del Rosario en dicha parroquia, en familia, en alguna congregación religiosa o en alguna institución piadosa.

También a quienes hagan un solemne rito eucarístico al concluir alguna reunión pastoral o ejercicios espirituales durante al menos tres días íntegros.

Cabe mencionar que, para obtener indulgencia plenaria o parcial, todo fiel debe cumplir con las condiciones de costumbre: firme intención de ganarla, confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre.

Durante la Misa, concelebrada por los obispos auxiliares Héctor Mario Pérez Villarreal, Luis Manuel Pérez Raygoza y Carlos Enrique Samaniego, el canónigo Eduardo Chávez y el P. Efraín Hernández Díaz, párroco de Santa María (Capuchinas), se colocó en el altar una reliquia de Juan Pablo II quien –a decir del padre Chávez– a pesar de sus años, debilidades y enfermedades, cumplió su promesa de regresar a México para canonizar a san Juan Diego y besar la imagen de la Virgen de Guadalupe, “porque ahí comenzó todo”.