Amante de la ciencia, y poseedor de una mente curiosa y bastante inquieta, Oliver Bonnassies, de nacionalidad francesa, a sus 20 de edad había concluido ya una carrera universitaria y puesto en marcha algunos negocios que habían alcanzado el éxito muy rápidamente. De manera que en aquel entonces en lo último que pensaba era en Dios.
La vida -creía Oliver en aquel entonces-, se trataba de eso: de lograr esos objetivos que él ya había logrado. Oliver era, en definitiva, lo que se podría decir un hombre exitoso…. ¿Pero entonces por qué tenía la sensación de que le faltaba algo? ¿Por qué teniendo todo lo que un ser humano anhelaría tener, la vida se le presentaba como un sinsentido?
“Todos esos éxitos que había alcanzado -platica-, no me estaban aportando la felicidad que yo creía que me iban a aportar. Fue así que empecé a plantearme algunas preguntas: ¿de qué me sirve todo esto? ¿Qué objeto tiene todo lo que hago?…”.
Cabe señalar que algunos miembros de la familia de Oliver eran protestantes, aunque sólo por tradición, lo que en esencia se reducía a odiar a los católicos, porque ninguno creía realmente en Dios. “En casa, Dios jamás fue tema de conversaciones, y yo definitivamente no creía en Él”.
Para Oliver, la gente creyente era irracional, personas a las que, sin embargo, no les molestaba su irracionalidad, y no tenía más qué opinar en cuanto a ellas. Hasta que cierto día ocurrió algo inesperado…
Un día -refiere Oliver Bonnassies-, llegó a sus manos un libro de cierto teólogo, y lo abrió con la intención de encontrar alguna falla lógica en las primeras páginas. “Pensaba que hallaría el error en cuestión de cinco minutos, pero no ocurrió. Lo analicé por semanas, meses, un año, dos, y no encontré ningún error. Lo que estaba diciendo el hombre en esas páginas era completamente sólido”.
Tras ese largo análisis de aquel libro, Oliver se dio a la tarea de estudiar Teología durante cuatro años para tratar de profundizar en la materia. Experimentó entonces una conversión y comenzó a hacer proyectos de evangelización para la Iglesia católica, a la cual ahora pertenece.
¿Y si Dios existe, qué? es el título de un libro que Oliver Bonnassies se propuso escribir hace más de un lustro en colaboración con Michel-Yves Bolloré, quien se desempeña como ingeniero en Informática, pero quien también ha desarrollado un enorme interés por las cuestiones teológicas.
Para escribir ¿Y si Dios existe, qué?, Oliver Bonnassies y Michel-Yves Bolloré realizaron una investigación exhaustiva durante casi cuatro años, apoyados de una veintena de especialistas en diversos campos científicos.
Para Oliver Bonnassies, durante milenios el desarrollo científico caminó de manera paralela a las perspectivas religiosas; sin embargo, durante los siglos XIX y XX ese diálogo entre lo trascendente y lo terrenal se vio interrumpido por algunos postulados cientificistas, y de manera particular por las teorías de Karl Marx, que pusieron una falsa barrera entre la fe y el conocimiento de la ciencia.
“Esta falsa ruptura entre la fe y la ciencia -dice-, la hemos visto y escuchado en prácticamente todos los espacios de diálogo social; y en el fondo, se encuentra en los cimientos de la crisis antropológica contemporánea, la cual vuelve imposible el diálogo profundo y significativo sobre nuestra compleja naturaleza”.
Por tal razón, en ¿Y si Dios existe, qué? los autores plantean un debate directo, pero respetuoso y generoso, con quienes opinan que Dios no es compatible con la ciencia. Aseguran que lo que la religión y la filosofía plantean sobre lo trascendente, la ciencia hoy lo ratifica.
¿Y si Dios existe, qué? no es un libro de religión, sino que aborda la existencia de un principio creador, por lo cual ha tenido aceptación en confesiones distintas a la católica: ha sido bien recibido por protestantes, judíos, musulmanes y miembros de otras confesiones.
¿Y si Dios existe, qué? ha vendido casi 400 mil ejemplares en Francia, España e Italia, y actualmente está por salir a la venta en México.
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Su reino es un misterio que inicia muy dentro del corazón de cada persona y…
Esta web usa cookies.