Instagram es un aplicación de redes sociales que ha cambiado la forma de relacionarnos con las noticias y la actualidad mediática. Es la sexta red social más utilizada a nivel mundial con alrededor de 1000 millones de usuarios activos mensuales, esta es una de las muchas razones por la que los medios de comunicación han apostado por ella, gracias que facilita compartir imágenes, vídeos cortos, reels.
El papa Benedicto XVI unas semanas antes de su renuncia señalaba que “las redes sociales digitales están contribuyendo a que surja una nueva ágora, una plaza pública y abierta en la que las personas comparten ideas, informaciones, opiniones, y donde, además, nacen nuevas relaciones y formas de comunidad.”
Ha habido un crecimiento de cuentas católicas en los últimos años, pero podemos afirmar que la pandemia ha sido un momento clave de auge para estas cuentas. Con motivo del confinamiento y debido a la difícil situación vivida, muchos jóvenes han comenzado a compartir su fe abiertamente. Instagram y otras redes sociales son una realidad donde está creciendo la sociedad y una manera de comunicar los acontecimientos diarios. Por esta razón, transmitir la fe y comunicar el Evangelio a través de Instagram es algo obligatorio. Es importante señalar que Instagram sí es un medio efectivo para transmitir la fe porque esta plataforma no tiene límites con la infinidad de formatos que ofrece a la hora de publicar contenido.
Te puede interesar: Cómo leer las noticias en tiempos de redes sociales
La creación de contenidos de calidad en esta red social ayudan a obtener una presencia sana que ayuda a crecer al usuario. El lenguaje concreto y comprensible hace que la transmisión sea más sencilla y asequible al destinatario. Jorge Oesterheld, sacerdote argentino experto en temas de comunicación social en relación al lenguaje explica: “El mismo Jesús nos enseña a huir de expresiones que pueden confundir y a buscar las palabras adecuadas. Lo hace cuando no permite a sus discípulos que lo llamen «Mesías». Él era el Mesías; la palabra no podía ser más precisa, era la expresión exacta para describir quién era el Señor; sin embargo, en esos momentos prefiere evitar la palabra, porque en la mentalidad de quienes lo escuchaban significaba algo que distorsionaba lo quería transmitir”.
Para poder evangelizar en Instagram debemos tener presente que es una red social que en algunos momentos se ha convertido también en una plataforma negativa para algunos usuarios. Los investigadores Fondevila-Gascón con un gran equipo de científicos realizaron un estudio utilizando un dispositivo para medir la actividad eléctrica del cerebro por medio de dos electrodos. Los resultados demuestran un buen número de seguidores con alta activación emocional de forma negativa sobre todo en los hombres. Investigadores en Estados Unidos realizaron un experimento con 280 usuarios de Instagram a quienes les ocultaron o incrementaron los Me gusta o reacciones positivas a las publicaciones de los usuarios, encontrando que recibir más Me gusta de lo esperado reduce la soledad, pero en el caso contrario, cuando se recibieron menos Me gusta de lo habitual no se encontraron efectos negativos. Los investigadores señalaron también que existe mayor exposición al narcisismo en los usuarios cuando presentan condiciones de soledad.
Te puede interesar: ¿Qué deberían compartir los jóvenes en redes sociales?
Nuestra misión como católicos en esta red no tiene que concentrarse en tener muchos seguidores. Nuestra presencia en esta plataforma como católicos tiene un sentido, una causa y una finalidad. Es una red social para compartir nuestro crecimiento en la fe que acompaña y cuestiona situaciones de la vida desde una visión católica. Por eso nuestras imágenes y reflexiones tienen que ayudar a construir un mundo más fraterno y lleno de paz. Para utilizar esta red social como católico necesito orar, discernir y también ser evaluado por otras personas de confianza que ayudan a ser creativo y original. Como evangelizador en la red comprendemos que es Dios quien nos llama a ejercer una misión con criterios de calidad que hagan reflexionar y fomenten fraternidad bajando el grado de crispación y sabiendo que somos discípulos de la paz también en la red. Para esto debe existir siempre una disponibilidad y una responsabilidad para las publicaciones. La finalidad de la cuenta es transmitir el Evangelio y la fe, una buena manera de hacerlo sin desviarse del camino es tener presente unas “normas” básicas para formar parte del mundo digital.
La investigadora Garay nos permite usar esta red social desde cinco pautas que creo importantes y las comparto con ustedes.
1.- Escuchar: Leer lo que dice y hace tu comunidad parroquial, la diócesis donde te encuentras y tener muy en cuenta la escucha activa . La escucha de lo que puedan decir otros laicos es muy importante para saber qué es lo que quieren, buscan y anhelan.
2.- Participar: Crea una estrategia para responder a lo que se dice de modo que se pueda formar parte de la conversación . En Instagram los usuarios exigen una conversación donde participan todos. Si las personas que administran las cuentas están presentes e interactúan, podrán saber qué quieren sus seguidores y dar una respuesta.
3.- Ayudar: Intentar ayudar a los que quieren hablar de ti. Si se quiere ser una especie de social media manager a la hora de administrar la cuenta de Instagram, hay que ayudar a que el seguidor entienda y conozca realmente lo que se le quiere transmitir para que pueda hablar de tu contenido.
4.- Adaptar: Adaptar el contenido de lo que se quiere transmitir a las nuevas formas de comunicación que exigen las redes sociales.
5.- Cuidar: Vigilar muy bien el feed porque se trata del primer contenido que un usuario ve al entrar en la cuenta de Instagram.
A continuación les propongo claves para ser un buen misionero católico en la red social Instagram
La llamada. Estás llamado a ser misionero digital en esta plataforma. De manera creativa habla de lo que pasa en el mundo desde el Evangelio. Se trata de construir comunidad, reflexionar y proponer un estilo de vida alegre y auténtico. Creador de comunidad es necesario cuidar la comunidad, integrando a aquellos que piensan diferente, recordando que en la diversidad está nuestra gran riqueza. Mostramos los católicos que somos una gran comunidad cuando ponemos empeño e interés auténtico por el trabajo de otros, cuando realmente hacemos una gran cadena al responder, dar el like, enviar mensajes. Apoyando iniciativas de otras cuentas en las que se cuentan historias para compartir. Un usuario de Instagram necesita una comunidad de referencia con la que se reúna a compartir la Palabra, la reconciliación y la Eucaristía. Una comunidad que ayuda a crecer en la fe. En esto debemos ser cuidadosos y colaborativos. Es muy triste observar en las redes sociales de creyentes y de instituciones religiosas la división creada por intereses de unos pocos, olvidando el llamado a crear puentes también en esta plataforma. Formar, crecer y crear comunidad son objetivos prioritarios en la comunicación institucional religiosa.
El acompañamiento es esencial en la vida de cualquier cristiano, pero mucho más si la presencia también está en los medios de comunicación. La capacidad de ser transparentes frente a una red social nos ayuda a ser objetivos, ver a los demás y a las cosas tal y como son, y ser capaz de separar esta imagen objetiva de una imagen deformada. Instagram debe integrarse dentro del acompañamiento espiritual cristiano creando equipos de trabajo.
Es muy dañino y perjudicial salir de la escuela naval y ponerse a dirigir un buque escuela, así también pasa en el mundo de la comunicación y las redes. Un buen comunicador, periodista, locutor, un contador de historias en redes sociales es aquella persona que inicia su trabajo desde la redacción haciendo equipo, pisando calle escuchando, evaluando, creando nuevos contenidos. Vuelvo a destacar en el cuidado del contenido en nuestras redes sociales, conocer su mundo por dentro, las posibilidades para comunicarnos y desde ahí tener siempre presente qué y para qué. Esto nos va ayudar a purificar y tener siempre unas intenciones sanas. Cabe preguntarnos: ¿está Dios en todo esto?¿me voy buscando o busco a los alejados por medio de esta red social?
La perseverancia es un factor esencial para estar presente en Instagram y en cualquier red social. La mayor parte de los proyectos de redes sociales desaparecen los primeros meses de vida porque se les ha puesto demasiado esfuerzo y expectativa sin tener una clara planificación. Está claro que las redes sociales tienen que ayudarnos a ser transparentes y a enviar mensajes de fraternidad y de paz. Imágenes que nos hagan profundizar y salir de la mediocridad espiritual.
Instagram nos ayuda a todos a buscar la forma de transmitir el mensaje para que se integre en los usuarios, solamente así estas cuentas cumplen con la función de creatividad evangélica. Mostrar la belleza del Evangelio en la red, como deseaba el Beato Carlo Acutis.
Nuestro reto en esta plataforma podemos ubicarlo en tres momentos: establecer una comunidad católica dentro de Instagram, acercar el Evangelio compartiendo la fe a través de un testimonio auténtico y alcanzar un público más variado al presentar un contenido aplicable al día a día.
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.