Cuando los objetos bendecidos han caído en desuso, se han deteriorado o bien corren el riesgo de ser abandonados pueden ser destruidos con la debida reverencia debido a su naturaleza. Por ejemplo, las palmas benditas de Semana Santa suelen quemarse para hacer la ceniza que se utiliza el miércoles de ceniza, por lo que puedes acordar con tu párroco entregarlas en la iglesia de tu comunidad.
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.