Hace unos días, fue el Día Mundial contra la Trata de Personas. Una fecha de la cual no se escucha mucho, o no prestamos la suficiente atención, a pesar de ser una violación a los Derechos humanos.
¿Qué es la trata de personas? Es quitarle la libertad a una persona con fines lucrativos. Es decir, minimizar la dignidad de la persona humana a unas cuantas monedas para prácticas comerciar en la explotación sexual, trabajo forzoso, servidumbre doméstica, adopción ilegal, mendicidad infantil, extracción de órganos, entre otros.
Este gran problema, en crecimiento es a causa de un consumismo desmedido en muchas regiones del mundo, incluido México. Algunos ejemplos son el cómo la sociedad elige conscientemente adquirir productos que son elaborados bajo explotación infantil. O también, los propios individuos eligen cosificar su cuerpo vendiendo contenido sexual, ya que muchos pagan por dicho contenido, principalmente de mujeres y niñas que suponen cerca del 71% de las víctimas de trata a nivel mundial. La sociedad debe hacer conciencia de la manera en la que satisfacen sus necesidades, y necesitamos buscar, para lograr la competitividad en el mercado de agentes económicos que no busquen obtener ganancias a costa de la Dignidad de las personas.
Además, la globalización sin lineamientos éticos provoca la explotación de los pobres, ya que, a causa de mega empresas que controlan los mercados, las empresas que buscan ser competitivas caen en prácticas que faltan a la dignidad de las personas, que actualmente son la mayoría de las grandes empresas, ya que, para generar más remuneración económica para ellos, ofrecen un pago bajo y condiciones deplorables para sus trabajadores.
Por otro lado, en México se presenta el caso en particular en donde la trata de personas está aceptada y normalizada por la sociedad al punto de encontrar tendencias en redes sociales con nombres en referencia a las trabajadoras sexuales, tal como “las de 1500”. El machismo que persiste en la sociedad mexicana, y la falta de oportunidades, provoca que estas prácticas continúen y sean controladas por el narcotráfico, y consumidas en general por hombres en gran parte del país.
¡No normalicemos dinámicas sociales que inciten a la trata de personas! Tu costumbre de hacer chistes de las trabajadoras sexuales, tu indiferencia a las condiciones denigrantes de miles de trabajadores o los niños explotados en las calles, el apoyo a la adopción ilegal y al tráfico ilegal de órganos. Aportan a que esta práctica no se pueda arrancar de raíz. ¡Son prácticas que no se deben normalizar!, la dignidad es algo que todas las personas tenemos inherentemente y que debemos respetar.
Aunque no lo creamos, ¡tenemos el poder de cambiar las cosas! Comienza informándote, actualizándote, cambiando tu forma de pensar y expresarte. Y verás como aportas tu granito de arena a formar el México y el mundo con el que soñamos.
Autores: Luis Ángel Ramírez Álvarez y Rosario García Ramírez, Pasos por la vida-Cuernavaca
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