Padres de algodón, hijos de cristal

Desamor en el Día de San Valentín, ¿cómo ayudar a un soldado caído?

“Atención, soldado caído, soldado caído”, suele leerse en las redes sociales en el Día de San Valentín, leyenda acompañada con las fotografías de niños o jóvenes que fueron rechazados o terminaron su relación amorosa. ¿Cómo ayudarlos?

Sanando los corazones rotos

En estas fechas donde se potencializan las actividades para festejar el romance, el amor, el noviazgo y el matrimonio, ¿cómo podemos hacer para que alguien que tiene el corazón roto lo pueda superar, sin padecer toda la amargura de este recordatorio masivo, que es el 14 de febrero?

Lo primero que debes saber es que el desamor es algo que nos ha ocurrido a todos, ya sea en la infancia cuando tu amor imposible no te hacía caso, en la adolescencia cuando terminó un amor apasionado o en la adultez cuando existe un divorcio o separación abrupta (como sucede hoy a la mitad de los matrimonios, desafortunadamente); así que tener el corazón roto y estar desolado, no es cosa solo tuya, es algo muy común como experiencia de vida, aunque al estarlo atravesando se siente que nunca se va a poder superar.

Esta dolorosa situación se debe a que, de acuerdo a Erich Fromm en “El arte de amar”, al nacer enfrentamos la “separateidad”, pero luego cuando encontramos a nuestra pareja ideal, o la que pensamos es ideal, dicha “separateidad” se ve solucionada…

PERO al perderla por una separación, volvemos a dar ritmos desolados y por eso duele tanto. Es como si hubieras sanado y luego recaes pero, peor, ¡mucho peor!

¿Por qué duele tanto una separación?

Así que para todos aquellos que enfrentan un triste corazón roto, dolido o lastimado, pues es muy importante que comprendan ¿por qué se sienten así? Ya que es el primer paso a la sanación y solución. ¡Ánimo!

Por otro lado, ese desamor es una extraordinaria manera de comprender que cuando tú te relacionas con una persona negativa, se debe a que en parte algo de tu psique está enfrentando lo que se llama la divagación.

La divagación del pensamiento te lleva hacia saltar de una idea a otra, dejando espacios abiertos e inconclusos, que resultan en la indecisión, en no saber hacia dónde vas, en la falta de propósito, en la dependencia emocional y en la terrible toxicidad… en algunos casos.

Así que al relacionarte así, lo más factible es que derive en corazones rotos, porque se trata de alguien que no estaba en ese momento listo para amar. Esta descripción se puede acotar a ti, o a tu pareja, o a tu ex pareja, y conocer esta descripción es una primera forma de salir del ser víctima de lo que estás viviendo, y verlo como en una nueva oportunidad para salir hacia otro lugar diferente, mejorando tu personalidad, en una que sea mucho más benéfica y saludable para ti.

Ojo, ¡no estás enfermo!

En Latinoamérica, es muy común que el ser “víctima” te llene de apapachos, de mimos, de muestras de cariño y de personas que están al pendiente, proporcionando situaciones que te reconfortan, porque los que te rodean quieren hacerte sentir mejor.

El problema es que en algunas ocasiones te estarán viendo como alguien que está enfermo y que necesita una medicina afectiva para evitar hacer alguna locura o tontería … ¿y en realidad, a quién le gusta que lo traten como un enfermo cuando tienes el corazón roto?

Considero que esos apapachos emocionales nos salen muy caros ya que, el ser víctima, vende, y vende muy bien… y como recibimos en ese momento lo que al final estamos necesitando, lo tomamos como algo bueno.

Sin embargo, en el largo plazo crea una “falsa” imagen hacia los demás, de que somos de incapaces, insuficientes, necesitados, inútiles y en general como si se tratara de alguien que no puede hacer las cosas por sí mismo y eso debilita la percepción que se queda en las personas que nos rodean, y puede ser que se genere una imagen tuya de alguien “roto”.

Tips para ayudar a un ‘soldado caído’

Por ello, aunque el trabajo sea mucho más exhaustivo al tener que enfrentar lo que estás sintiendo, y lo que estás viviendo. Es mejor salir adelante de ese corazón roto, y evitar ser un soldado caído que está en batalla herido y que necesita que los demás lo cuiden.

¡Tú sabes muy bien como salir adelante y con la fortaleza de Dios lo podrás hacer! Así que unos tips:

  1. Re valórate – enumera tus fortalezas.
  2. Recalibrate – trabaja tus debilidades.
  3. Ten fe – con la ayuda de Dios y sabiendo que Él te ama, lo lograrás.

Ámate mucho, pues es un mandamiento que pudo Dios para que seas feliz.

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Trixia Valle

Comunicóloga con maestría en educación para la paz. Conferencista y escritora con 15 libros publicados desde 2002. Con su más reciente lanzamiento “Método de 8 valores para la crianza efectiva”, editorial Urano. Pionera en temas de anti bullying y publicó el primer libro sobre el tema en México. www.trixiavalle.com

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