En vísperas del domingo, una muchacha de 17 años, le decía a su papá:
Papá, yo ya no quiero ir a la Iglesia
¿Pero, por qué no hija?
Porque en la misa solo se habla en negativo
Mmmh, ¿a que te refieres?
Si, papá, por ejemplo, en los sermones solo hablan de los mandamientos,
¿Y qué tienen qué ver?
Son puros no, puras prohibiciones, no matar, no mentir, no robar, y luego le siguen con, no al aborto, no al amor libre, etc…
Aah, ya veo, ¿y eso es lo que no te gusta?
Pues no
Mmmh, a ver hija, ¿no me rechazarías si te hago algunas preguntas?
No, Papá
¿Tú dejas que tu novio salga con otras muchachas?
No
¿Dejas que tenga relaciones con otras chicas?
Claro que no
¿Le permites que te golpee o te falte al respeto?
Absolutamente no
¿Se sobrepasa contigo?
Papaaa, por supuesto que no
Hija, y ya por último, ¿dejarías que tu novio te embarazará y luego huyera de ti?
¡Qué preguntas, Papá. ¡Por supuesto que no!
Querida hija, me dejas tranquilo. Me fascinaron tus “no”, como respuestas!
¿Porqué papá?
Te lo dejo de tarea…
PD. La Iglesia custodia sin cesar: la vida, el amor, la familia, la dignidad, la libertad, y lo todo lo valioso que tiene cada persona.
Más artículos del autor: En busca de un círculo
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