El pasado domingo 6 de abril su Santidad arribó en silla de ruedas hasta el atrio de la basílica, desde donde dirigió un breve saludo antes de la bendición final de la misa por el Jubileo de los enfermos y del mundo sanitario, sorprendiendo a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Y es que desde el sábado 05 alrededor de 20,000 peregrinos, entre pacientes, médicos, enfermeros, farmacéuticos, fisioterapeutas, personal sanitario y técnicos, procedentes de más de 90 países de todo el mundo, arribaron al Vaticano con la finalidad de celebrar este significativo Jubileo.

La debilidad, el miedo, el cansancio y la incertidumbre suelen llegar siempre que la enfermedad toca a nuestras puertas, son momentos complejos que nos hacen replantearnos nuestras decisiones y los diversos caminos que hemos tomado, incluso su Santidad lo mencionó: No es siempre fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin pretender y sin rechazar, sin lamentar y sin desesperar, agradecidos a Dios y a los hermanos por el bien que recibimos, abandonados y confiados en lo que todavía está por venir”.

Atravesar por cualquier enfermedad supone un reto, pero también puede convertirse en una posibilidad de renovación y permitirnos que incluso en un momento difícil, cuando parece que todo se ha perdido comencemos con una nueva experiencia y entender que las oportunidades de cambio están en nuestras manos, porque no podemos, ni debemos, olvidar que Dios no abandona.

Aunque es cierto que el dolor personal que se experimenta al padecer alguna enfermedad en ocasiones no es entendido por las personas a nuestro alrededor, también se debe reconocer que los médicos, enfermeros y miembros del personal sanitario, suelen convertirse en un apoyo muy importante, en seres humanos que nos escuchan con paciencia y empatía, que nos guía a través de caminos desconocidos, pero sobre todo que nos brindan la atención y la esmperanza que tanto anhelamos en momentos difíciles.

El tema de la salud es muy importante, incluso el día 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud fue establecida el 22 de julio de 1946 y dos años después esta fecha se utilizó para que entrara en vigor la constitución de la Organización Mundial de la Salud en 1948.

Hoy ante momentos complejos incluso después de la pandemia de COVID, no olvidemos lo mencionado por el Papa Francisco: no releguemos al que es frágil, alejándolo de nuestra vida, como lamentablemente vemos que a veces suele hacer hoy un cierto tipo de mentalidad, no apartemos el dolor de nuestros ambientes. Hagamos más bien de ello una ocasión para crecer juntos, para cultivar la esperanza.”

El autor es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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Simón Vargas Aguilar

Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.

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Simón Vargas Aguilar

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