¿Clemencia?

El pasado 11 de febrero abordé la importancia del arrepentimiento y hoy quisiera hacer hincapié, no sólo en la importancia de admitir que se ha actuado mal, sino también en reconocer el dolor que nuestras acciones pudieron haber provocado en nuestros prójimos y las posibles repercusiones.

¿Por qué en ocasiones es tan complejo cambiar la manera en la que actuamos?, probablemente ejemplos sobren, pero con tristeza hemos observado que a pesar de que vemos y en ocasiones repetimos los errores, seguimos sin aprender de ellos y darles un giro para bien.

El pasado viernes 21 se publicó una carta dirigida por la familia de Rubén Oseguera González, alias “El Menchito”, hijo únicodel líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), asociación delictiva que se ha caracterizado por su amplio uso de la violencia y crueldad, e incluso ha sido considerada la más peligrosa del mundo.

La relación de capturas y liberaciones de “el Menchito” se remonta a 2014; la última se realizó cuando tenía 25 de años y con tan corta edad ya era uno de los narcotraficantes más buscados. En 2020 fue extraditado a Estados Unidos, hoy con 34 años enfrenta un juicio en Estados Unidos.

¿A qué se debe abordar este tema? y es que a semanas que reciba su sentencia por delitos de tráfico de drogas, su defensa ha solicitado a la jueza Beryl A. Howell la pena mínima de 40 años de prisión, bajo el argumento de que su cliente es tanto víctima como producto del entorno violento en el que creció.

Pero además de la petición de la defensa también se sumaron familiares del Menchito, quienes a través de cartas han solicitado clemencia para el hijo único del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, ¿es válido pedir misericordia cuando probablemente estos criminales no fueron compasivos con sus víctimas?, ¿habría que aplicar la justicia sin distinguir si realmente fue obligado a unirse a los asesinos y narcotraficantes?

Ante momentos tan complejos como los que vivimos donde la violencia se encuentra cada vez más arraigada y ejerciéndose con mucha más fuerza y crueldad, vale la pena detenernos y hacernos preguntas más profundas y sobre todo continuar trabajando en la reestructura del tejido social y por supuesto en una educación basada en principios y valores.

Entre las frases que podemos encontrar en la carta firmada por Mayra Jazmín Gutiérrez Ochoa, esposa de “El Menchito”, afirma que: ella ha conocido a un extraordinario humano, comprensivo, generoso, capaz de pensar en el bien de los demás antes que en el propio, demostrando empatía, abierto al diálogo, comprensivo y de un temperamento tranquilo a quien no le gustan los problemas.

Y si todo esto es cierto, ¿por qué durante tanto tiempo lideró una célula criminal tan importante en el Cártel Jalisco Nueva Generación? Hoy él pide clemencia, pero ¿él y cuántos delincuentes más la han tenido? He aquí donde me gustaría hacer énfasis a que no debemos esperar a las últimas consecuencias, no olvidemos aquella frase del filósofo alemán, Friedrich Nietzsche: “Si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada”.

Considero que no deberíamos esperar hasta el último momento para buscar el arrepentimiento.

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

El autor es analista en temas de Religión, Seguridad, Justicia, Política y Educación.