Conocido como el líder de los ejércitos celestiales y guardián de las almas, su figura simboliza justicia, protección y es motivo de inspiración ciudadana para procurar el bienestar de otras personas.
Durante las celebraciones del Día de Muertos, la imagen de San Miguel Arcángel adquiere un significado especial como guía de quienes han trascendido de la vida. Para muchas personas representa la fuerza, valentía y el deber de proteger a los inocentes, en particular en el momento de la muerte.
Uno de los pasajes más conocidos relacionados con el Santo relata la visión de un monje medieval, quien soñó a un guerrero que en el umbral de la muerte encontró a San Miguel. Una narración tan poderosa que consolidó la fe en la presencia del Arcángel en el momento del tránsito entre la vida y la muerte, en protección de las almas.
Ese papel de cuidador puede entenderse también como una oportunidad ciudadana para ser guardianes del entorno y contribuir con el bienestar terrenal de otras personas, desde el fomento de una cultura cívica como de la denuncia.
La intervención oportuna al reportar incivilidades o situaciones que comprometan la seguridad y tranquilidad de la comunidad es una forma de participar de la construcción de espacios seguros.
Y todas y todos podemos ser factor de cambio. Por ejemplo, el uso del número de emergencia 911 permite a denunciar problemas de seguridad y comportamientos inadecuados, como actos de vandalismo, disturbios o conductas peligrosas en espacios públicos.
Este acto de responsabilidad ciudadana fortalece la seguridad y protege la paz en la comunidad, en coordinación con instituciones como el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México.
Al reportar a líneas como el 911, 089 para denuncias anónimas, *765 por violencia contra la mujer o por medio de los más de 28 mil botones de auxilio se fortalece la probabilidad de evitar o de atender cualquier situación que pueda poner en peligro la seguridad de la comunidad, desde accidentes y emergencias médicas hasta incidentes de violencia o daños a la propiedad.
El reporte de incivilidades es una manera concreta en que cada persona puede contribuir al orden y al bienestar. Fomentar la cultura de responsabilidad es fundamental para construir comunidades resilientes y seguras.
*Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la Fe.
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