Sofía Chipana, mujer aymara integrante de la Comunidad de Teología Andina de Perú, Bolivia y Argentina, participa en la obra colectiva Creación y justicia. Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias, escribiendo el quinto capítulo bajo el título “La Sabiduría que orienta la dignificación de la vida”.
De acuerdo con la teóloga, en el Eclesiástico, la Sabiduría se presenta como una fuerza cósmica: “cubrió como niebla la tierra” y “recorrió las profundidades del mundo” (Eclo 24,3-6). No es un simple concepto abstracto, sino la presencia viva de Dios que sostiene y ordena la creación. La Biblia nos recuerda que la vida está profundamente interconectada: cada árbol, cada río, cada criatura participa en un equilibrio delicado que hace posible la existencia. Sin embargo, hemos roto esa armonía. La explotación de los ecosistemas, la mercantilización de la naturaleza y el consumo desenfrenado nos han llevado a olvidar que la creación es un don y no un recurso inagotable.
La Sabiduría de Dios nos invita a vivir relaciones de correspondencia recíproca: reconocer que cada ser tiene dignidad y un papel en el tejido de la vida. Muchas sabidurías ancestrales —como las de los pueblos originarios de nuestra región— mantienen viva esta visión: la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella. Esta espiritualidad relacional dialoga con el llamado de Laudato Si’ a practicar una ecología integral, que une el clamor de la tierra y el clamor de los pobres. La Sabiduría, al invitarnos a “saciarnos de sus frutos” (Eclo 24,19), nos recuerda que los dones de la creación deben compartirse, no acumularse.
El Eclesiástico nos muestra que la Sabiduría florece en comunidad: “planta su tienda en Israel” para habitar entre su pueblo (Eclo 24,10). Hoy, ese gesto nos interpela a construir redes de solidaridad y cuidado, resistiendo los sistemas extractivos que rompen la armonía entre personas, culturas y naturaleza. Cuidar la vida requiere asumir juntos los desafíos de nuestra casa común: proteger el agua, acompañar a los pueblos originarios, defender la biodiversidad, repensar nuestras formas de consumo y proponer economías solidarias que pongan la dignidad en el centro. Así, nuestra fe se convierte en acción y nuestra espiritualidad se transforma en compromiso.
La Sabiduría de Dios sigue habitando la creación, invitándonos a escuchar el latido de la tierra y a reconocer que formamos parte de un mismo tejido de vida. En un mundo marcado por la fragmentación y el descarte, esta Sabiduría nos llama a restaurar la armonía perdida y a comprometernos con la dignificación de todas las formas de vida. Volver a la fuente de la Sabiduría es volver a Dios, y volver a Dios es redescubrir que cuidar la creación, vivir en justicia y caminar juntos son parte inseparable de nuestra vocación cristiana.
Esta semana, detente y pregúntate:
¿Qué acciones concretas puedes impulsar para fortalecer las relaciones de cuidado y reciprocidad en el tejido de la vida?
Si este tema despertó tu interés y quieres seguir profundizando, te invitamos a que visites la página oficial del Imdosoc, donde podrás descargar de forma gratuita el libro Creación y Justicia: Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias que reúne diversas reflexiones que nos ayudan a comprender, desde la luz del Evangelio, cómo el cuidado de la creación y la justicia social están
profundamente entrelazados en nuestra vida cristiana.
Mtro. David Vilchis
Investigación Imdosoc
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