Hace poco celebramos el Día del Niño. Como todas las festividades, a ésta la absorbió el comercio. El niño, como la madre, como el padre, son ganchos para el consumo. Esto habla no de lo que hemos ganado, sino de lo que hemos perdido como sociedad.

La reverencia, el respeto, la alegría; el gozo de la familia se nos fue al pozo del comprar sin sentido, abastecer de regalos lo que podríamos conquistar por la cercanía. Además, los niños son cada día más escasos. En países del “primer mundo” familias con dos o tres hijos son vistas como si fueran marcianas.

Aquí mismo, en México, se “exhorta” a las mamás (cuando no se les acosa) a “cerrar el changarro” porque “ya no hacen falta niños pa’ poblar este país”. El invierno demográfico se cierne sobre el mundo: España y Singapur a la cabeza o, más bien, a la cola: un promedio de 1.2 niños por pareja (el promedio mundial es de 2.2).

¿Que las circunstancias actuales –económicas, sobre todo- son distintas y que un niño agrega sufrimiento, sacrificio, austeridad a los padres? Con perdón, pero ¿cuándo fue diferente? Lo que se ha apagado es la responsabilidad. El placer por encima de todo. Y el individualismo rampante. Un mundo de seres solos, aburridos, es el que se anuncia en el horizonte del híper consumismo.

El niño es la alegría de vivir, de imaginar. Un tesoro con alas: un modo de respirar el aire limpio de la bondad. Lo que nos salva.
Para Valentina y Carlota Septién

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

Jaime Septién

Periodista y director del periódico católico El Observador de la actualidad.

Entradas recientes

Enriquecimiento inexplicable

Como lo hace desde 2019, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) acaba de…

9 horas hace

Amar a los pobres para sanar el corazón del mundo

Amar a los pobres es confesar la fe en el Dios que se inclinó hasta…

20 horas hace

Rosario Arquidiocesano 2025: así se vivió en la Basílica de Guadalupe

La Morenita del Tepeyac recibió a sus hijos para rezar, ante su presencia, el Rosario…

21 horas hace

Qué podemos esperar de Dilexi Te, la primera exhortación apostólica de León XIV

La exhortación apostólica reciente nos traerá enseñanza milenaria, la voz del Papa en esas páginas…

1 día hace

La migración y el cuidado de la Casa Común no son armas ideológicas

Mons. Francisco Javier Acero, obispo de la Arquidiócesis de México, llamó a un cambio de…

1 día hace

¿Por qué el Papa León XIV bendijo un bloque de hielo?

“Señor de la vida, bendice esta agua: que despierte nuestros corazones, purifique nuestra indiferencia, calme…

1 día hace