Lectura del Santo Evangelio

En el año décimo quinto del reinado del César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de las regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías: Ha resonado una voz en el desierto: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios. (LC: 3, 1-6)

Reflexión

Lo primero que llama la atención al escuchar la lectura del Evangelio de este domingo es ¿por qué el evangelista nos da tantos nombres y fechas de referencia al hablarnos sobre el inicio del ministerio de Juan Bautista?

Si tenemos en cuenta la forma en que San Lucas inicia su Evangelio, diciendo que “muchos han tratado de narrar las cosas que sucedieron entre nosotros…yo también me he dado a la tarea de investigar con los testigos presenciales… para que sepas, querido Teófilo la solidez de lo que has creído” (Cfr. Lc 1,1-4)

Nos damos cuenta de que el evangelista no quería solamente narrar acontecimientos del pasado, sino que quería hacer una obra plenamente histórica según los parámetros de su época. Como ejemplo de otra obra de este tipo tenemos Historias, escrita por Tácito: “Comenzaré este trabajo del consulado de Sergio Galba la segunda vez y de Tito Vinio; porque muchos escritores han dado cuenta de las cosas de aquellos primeros siglos, de setecientos y veinte años después de la fundación de Roma…”

En plena coherencia con su intención de historiador, San Lucas, marca el inicio de la predicación de Juan Bautista haciendo referencia a los gobernantes del momento.

Vemos algo análogo en Los doce césares escrito por Suetonio (Primera parte párrafo V): “Nació Augusto bajo el consulado de M. Tulio Cicerón y de Antonio, el noveno día antes de las calendas de octubre, poco antes de salir el sol, en el barrio Palatino cerca de las Cabezas de Buey”.

San Lucas, con toda honestidad incluye en su escrito la intención de su obra: “para que conozcas, querido Teófilo, la solidez de aquello en lo que has creído”. Con el mensaje de este domingo tomado de san Lucas podemos constatar que el ministerio de Juan Bautista forma parte importante del Adviento, en el sentido de que Dios envió a este hombre antes de la manifestación de Jesucristo. Tanto el nacimiento como el inicio del ministerio del Señor fueron debidamente preparados.

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Mons. Salvador Martínez

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