¿Cómo podemos afirmar que Dios es providente si su hijo tuvo que huir a Egipto?

De acuerdo al relato que hemos escuchado ¿Cómo podemos afirmar que Dios es providente si su
mismo hijo tuvo que huir a Egipto y vivir en Galilea?

Para reflexionar sobre el sentido espiritual de la familia cristiana se nos propone hoy la festividad de la
Sagrada Familia formada por Jesús, María y José. El evangelio de San Mateo nos cuenta la huida de la
familia a Egipto y el regreso de aquella nación para vivir en Nazareth de Galilea y no en Belén debido al
peligro que sentía José.

En primer lugar es importante resaltar que el evangelista nos aclara que ambos acontecimientos ya estaban predichos por los profetas, el primero de ellos proveniente del profeta Oseas (Os 11,1) “de Egipto llamé a mi hijo”, y el segundo (Probable de Is 42,6) “será llamado Nazoreo”.

Por otra parte, el evangelista pone de relieve que la familia de Nazareth es perseguida por los reyes
humanos, pero protegida providencialmente por Dios, quien dirige las decisiones de José, el cual actúa
en obediencia a las indicaciones divinas transmitidas en sueños.

En efecto, la espiritualidad de los seguidores de Jesús no radicará en que Dios, de forma mágica o afortunada, quite toda dificultad a la vida de sus allegados, sino, más bien, que aun haciendo planes malvados contra los designios de Dios, los hombres malvados, no prevalecerán.