En México, hay quienes de manera pública aseguran que el gobierno de Estados Unidos tiene una larga lista de políticos mexicanos a los que consideran “indeseables” por sus lazos con el crimen organizado o negocios ilícitos, y hay otros que niegan la existencia de esta.
El pasado 26 de junio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, hizo público que habría una nueva política de su gobierno para personas sancionadas por narcotráfico, de sus colaboradores y de sus familiares, que implica la restricción de visas.
Esto, dijo “no solo les impedirá entrar a Estados Unidos, sino también servirá como un elemento disuasorio para la continuación de sus actividades ilícitas”. La nueva política se basa en un decreto firmado por el presidente Joe Biden, en 2021, que impone la restricción de visas y la congelación de activos a personas y compañías extranjeras implicadas en el tráfico de drogas.
El pasado cuatro de julio, el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, dijo que “la frontera está cerrada para toda actividad ilegal. Y el presidente Trump ha dicho claramente que estamos comprometidos en desmantelar a las organizaciones criminales transnacionales, y las redes terroristas del narcotráfico”.
Hay muchas evidencias, ya lo han señalado investigadores, académicos y políticos de la oposición, de que existen gobernadores de Morena, presidentes municipales, y también diputados y senadores, relacionados con los grupos del crimen organizado. En muchos casos, para solo dar un ejemplo, su nivel de vida no corresponde con su ingreso.
Es público que a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda (Mexicali, 1985), el gobierno de Estados Unidos, en mayo pasado, le retiró la visa, y al hacerlo no dio ninguna explicación al gobierno de México.
Se les ha también retirado a artistas mexicanos como Julión Álvarez y Los Alegres del Barranco, en ese caso quedó más claro que era por su relación, de una u otra forma, con grupos del crimen organizado, lo que no se dijo de la gobernadora, y solo quedó implícito.
En independencia de si existe o no, una lista del gobierno de Estados Unidos con el nombre de políticos mexicanos, en particular de Morena, y también de empresarios, ligados con grupos del crimen organizado, lo que sí es más que evidente es que hay tela de donde cortar.
Los políticos y los empresarios mexicanos implicados, ellos saben quiénes son, seguramente se están cuidando y por ninguna razón irán a Estados Unidos donde lo más probable es que tengan un expediente abierto y con seguridad serán arrestados.
Y en el futuro, no muy lejano, es también una posibilidad que las autoridades de los Estados Unidos, retiren la visa, sin dar explicaciones, como en el caso de la gobernadora de Baja California y a su esposo, a otros políticos y empresarios mexicanos.
Para hablar y comer pescado –dice el refrán popular- ¡hay que tener mucho cuidado!
El miedo restablece dinámicas de aislamiento y resquebraja la confianza en el entorno más próximo:…
El Quinto Reporte sobre Trata de Personas del Consejo Ciudadano revela que la forma más…
La Catedral celebra su fiesta patronal con la Peregrinación de Imágenes Marianas el 16 de…
Estamos por comenzar agosto, mes que la Iglesia dedica al Inmaculado Corazón de María, es…
La serie "Indomable" nos muestra que por más dolorosa que sea la pérdida de un…
Esta web usa cookies.