De 2018 a 2023, el gasto en salud con recursos propios de las familias en México aumentó en 37%, como resultado de la política de salud implementada por el presidente López Obrador (2018-2024), de acuerdo a datos del INEGI.
En los hechos, él se convirtió en el más grande impulsor de la privatización de la salud en el país, y las familias, ante la nula respuesta de los proyectos de salud diseñados por el presidente, se ven obligadas a buscar alternativas privadas.
Estas se multiplicaron en el sexenio, sobre todo en zonas de habitación de clases medias, y ofrecieron sus servicios ante la certeza de que el gobierno no los estaba otorgando y en el mejor de los casos, cuando los podría brindar, lo hacía muchos meses después, y las familias no podían esperar.
En 2023, de acuerdo a datos oficiales el gasto privado en salud sumó 751 mil 356 millones de pesos, que equivale a que cada familia gastó 19 315 pesos al año.
El gasto en 2018, en el último año del gobierno del presidente Peña Nieto (2012-2018), fue de 548 188 millones de pesos, con un promedio anual por familia de 15 788 pesos.
Al considerar el consumo de bienes y servicio de salud que realizaron las familias en 2023, el gasto en medicamento y otros bienes representaron el 44.6% del total en versión del INEGI.
Los gastos en bienes y servicios de apoyo en salud fueron el 19.3% y los servicios de consulta y hospitalarios del 14.9%, todos rubros que debió aportar gobierno, pero que ante su fracaso lo tuvieron que hacer las familias con sus propios recursos.
A esto hay que añadir, la aportación que hacen las familias en “cuidados de salud” no pagados a los integrantes de las mismas que requieren de servicios, que no otorga el gobierno y que en el 69.3% de los casos los proporcionó una mujer de la familia.
En el reporte del INEGI dado a conocer el pasado diciembre, se señala que en el sector salud laboran 2 174 418 personas remuneradas, que son el 5.3% del total de los puestos de trabajo que se pagan.
Uno de los más grandes retos que tiene el actual gobierno es brindar los servicios de salud a la población y hacerlo de manera gratuita y con calidad, el anterior gobierno no lo hizo y por la vía de hechos dio un gran impulso a la privatización de la salud.
Las familias con sus propios recursos tuvieron que pagar los servicios de salud en instituciones privadas y se vieron obligadas a comprar los medicamentos que no les otorgó el sistema público de salud. Habrá que ver los resultados que ofrece el nuevo gobierno, que por lo pronto redujo el presupuesto de salud para 2025.
*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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