Con humildad, pero también con total seguridad, Coral Rodríguez, una activista nacionalmente reconocida ha dicho: “Sí voy a votar, porque es la única oportunidad que tengo para que se escuche mi voz”. La mujer, originaria de Nuevo León ha luchado de manera incansable para la localización de personas desaparecidas. Ella lo sabe: el voto es un derecho que debemos ejercer para construir la democracia, construir comunidad y participar en una decisión fundamental en todo nuestro país.
Ese mensaje es necesario en este 6 de junio, en el que todas y todos elegiremos a nuestros legisladores y, en algunas zonas, alcaldes o presidentes municipales. Es cierto, muchas personas han perdido la fe en las elecciones. Por lo general, es más fácil que se contagie ese desánimo y rechazo, que el entusiasmo y la verdadera razón por la cual votamos: la oportunidad de elegir a representantes que contribuyan a la reconstrucción del tejido social.
No es fortuito que muchas y muchas se nieguen a esta acción colectiva. Durante el primer cuatrimestre de este año, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó 564 denuncias por delitos electorales en el país. Mientras que la consultora Etellekt indicó que entre septiembre de 2020 y mayo de este año, Veracruz, Oaxaca y Puebla acumularon el 31% de las agresiones contra políticos.
A eso le sumamos las razones personales: que no hay algún candidato que consideremos que esté cercano a nuestras creencias, que desconozcamos el proceso, que nuestra familia nos desaliente. Sin embargo, es necesario que hagamos un esfuerzo mayor y entre todas y todos cultivemos la confianza. Como lo dijo Coral Rodríguez, las elecciones son nuestra oportunidad de hacernos oír.
¿Cómo fomentar precisamente esa seguridad, la certidumbre y el mensaje de unidad en los comicios? Tenemos que reconocer el valor de la organización, el trabajo y la entrega de cientos de ciudadanos que participan en las casillas para defender nuestros votos. La labor de las autoridades para fortalecer la seguridad en estos días y el trabajo de empresarios, iglesias y colectivas para fomentar, desde sus trincheras, la cultura cívica.
También, se deben abrir canales seguros y confidenciales para realizar el reporte de actividades ilícitas e irregulares que dañen nuestro espíritu y nuestro ánimo de participación, como la compra de votos, la quema de boletas, la coacción, o la propaganda electoral fuera de tiempo, entre otros.
Nuestra patria está en nuestras manos. La oportunidad de unir nuestras voces también. Tomemos las propuestas que se acerquen a nuestros valores, que tengan estrategias claras en favor de la paz y la justicia, consideremos facultades y trayectorias. Pero sobre todo, escuchemos, investiguemos, dialoguemos y participemos.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
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