Con tan sólo 16 años de edad, Mario tuvo que recibir atención psicológica y psiquiátrica tras consumir pastillas para quitarse la vida. Estaba deprimido y se sentía sumamente solo. Pensaba que su mamá no lo quería y tenía una muy mala relación con su hermano; además, iba mal en sus clases digitales. Intentó refugiarse en las redes sociales, pero solo lo alejaron más del mundo real.

Después de la terapia y de un tratamiento especializado, Mario salió adelante, aprendió a regular sus sentimientos y a alejarse de quienes le hacían daño. Ahora sale a caminar regularmente, lleva un diario donde registra sus emociones, hace ejercicio y volvió a construir una convivencia sana con su mamá, con su fe y con él mismo.

La pandemia ha transformado todo en nuestra vida: cómo nos comunicamos, lo que consumimos, la forma de relacionarnos con los demás. Estamos demasiado tiempo en internet y en dispositivos móviles, y eso no implica, necesariamente, que estemos en sintonía con nuestro entorno o con las personas que más queremos.

Los adolescentes, como Mario, están más vulnerables a tener afectaciones a su salud mental. Por ello, es tiempo de hablar de nuestro derecho a la desconexión digital y a la conexión espiritual e interpersonal.

“En el silencio y el recogimiento se escucha la voz de Dios y, sólo escuchándola, somos libres para buscar el don preciado de la felicidad”, escribió recientemente Fernanda Llergo Bay, rectora de la Universidad Panamericana y el IPADE.

Este texto nos recuerda algo fundamental: no tenemos que estar atentos a todo al ruido de nuestro alrededor. Tenemos derecho a salir de la hiperactividad, de los cientos de publicaciones y de noticias. Debemos volver a ver hacia nuestra mente y espíritu, para estar en sintonía con nosotros mismos.

En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos ayudado a más de 54 mil personas en esta pandemia para reconocer sus emociones, calmar su ansiedad o por cualquier problema relacionado con su salud mental.

Les brindamos atención psicológica gratuita, las 24 horas del día en la Línea de Seguridad o por WhatsApp en el Chat de Confianza, 55 5533 5533.

Les damos primeros auxilios psicológicos, pero también podemos ofrecerles un proceso terapéutico breve, de 9 a 12 sesiones, para que puedan trabajar en sí mismos y generar estrategias de reconexión.
El mundo digital nos ha provisto de muchas ventajas. Sin embargo, nada sustituye la interacción verdadera y sincera con las personas que están a nuestro alrededor.

De la misma forma, debemos valorar la introspección, la oración, el cuidado de la salud emocional y la paz interior. Reconectemos con nuestra fe, con los demás y con nosotros mismos por nuestro desarrollo personal y comunitario.

*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

Salvador Guerrero Chiprés

Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).

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