Con la frente bien tiznada el día de ayer, como todos los miércoles de ceniza, caminamos por las calles, entramos en la tienda y regresamos a la oficina mostrado que somos católicos practicantes.

Ha pasado un día desde que llamamos la atención publicando fotos en el “feis” para recibir el reconocimiento, la constancia, el certificado de cumplimiento de este signo de arrepentimiento. La ausencia de proteína animal se hizo evidente como parte del menú cuaresmal.

Hoy, jueves después de ceniza, es justo y necesario recordar con la mente y el corazón el sentido de esta preparación al momento más sublime del tiempo litúrgico: la Pascua. El papa Francisco nos señala una meta para esta Cuaresma: una transfiguración, un cambio personal y eclesial tomando a Jesús como modelo y su gracia como fortaleza para caminar.

Para ello, señala dos caminos, el primero es la escucha de Jesús. ¿es posible escuchar su voz cuando el corazón y la mente están llenos de confusión? ¿seré capaz de hacer un espacio a la Verdad en mi vida cuando está tan llena de mi ego, mis intereses, mis preocupaciones, mis intereses? La fe implica apertura y en línea con el dicho popular: “el que no habla Dios no lo oye”, necesitamos pedirle al Señor, como lo hiciera Samuel: “habla, Señor que tu servidor escucha” 1Sam 3,9.

Entonces, la estar al servicio del Señor es la disposición inicial de la escucha porque la Palabra suscita el movimiento interior que transforma la manera de escucharnos y mirarnos a nosotros mismos, desde la dignidad de nuestro bautismo para aprender a ser mejores prójimos para los demás.

El segundo camino señalado por Francisco para el cambio personal y comunitario es levantarse y no tener miedo. La realidad es compleja y llena de incertidumbre, y corremos el riesgo de quedarnos postrados ante la voz de Dios como aquellos discípulos en el Monte Tabor. Ponerse de pie y armarse de valor sabiendo que somos vulnerables y que solo con Él podremos ser fuertes en nuestra debilidad.

Así, en este jueves después de ceniza, recordemos que en esta Cuaresma es Dios quien nos anima.

Más artículos del autor: Foto con rostro serio

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

 

Abraham Flores

Educador. Casado y padre de tres hijos. Ingeniero químico con estudios de filosofía, antropología, teología e impro teatral. Desarrollador de procesos creativos para empresas, instituciones (eclesiales y gubernamentales), organizaciones de la sociedad civil. Evaluador de proyectos de inversión y consultor en procesos de desarrollo del cliente. Flp 4,13.

Entradas recientes

5 hábitos diarios de santos que puedes copiar para acercarte más a Cristo

¿Te has sentido desanimado por haberte propuesto “estar más cerca” de Dios y (bajo tu…

4 horas hace

Valorar, cuidar y aprender de nuestros adultos mayores

Sería deseable que uno de los frutos del jubileo de la esperanza que estamos viviendo…

7 horas hace

Jubileo de los Abuelos y Adultos Mayores: fecha, lugar y horario

El 31 de agosto, los adultos mayores serán protagonistas del Jubileo en la Basílica de…

10 horas hace

¿Quién fue Pier Giorgio Frassati, el beato alpinista que pronto será santo?

Una vida dedicada a la caridad y gastada en el servicio a los más pobres…

10 horas hace

Maciel, el Lobo de Dios: la importancia de erradicar los abusos en la Iglesia

La serie Marcial Maciel, el Lobo de Dios revela cómo el fundador de los Legionarios…

11 horas hace

“La lechera” pintura que recuerda que el trabajo nos aparta del pecado

En la pintura "La lechera", observamos a una mujer volcada en su tarea de verter…

12 horas hace

Esta web usa cookies.