Desde muy joven, Miguel fue consciente de la marginación por su piel morena. El joven de 20 años dice que desde hace al menos 15, las personas lo miran con desconfianza, miedo o enojo. Eso lo llevó a generar una personalidad reservada y tímida.
Recientemente decidió pedir ayuda psicológica para combatir esos problemas de ansiedad causados por uno de los obstáculos más grandes de la igualdad y el amor al prójimo: la discriminación.
Este jueves, el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acompañada por la presidenta del Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación, Geraldina Vega, presentaron un programa de trabajo contra esta problemática, además de estadísticas puntuales sobre el tema.
Más de mil 300 personas han denunciado discriminación, el 83% dirigida hacia las personas pobres y el 82% hacia las indígenas.
Si queremos construir una sociedad de derechos, de oportunidades, donde todas y todos tengamos lugar, debemos quitarle el espacio a los prejuicios, al rechazo y al desprecio hacia otras personas.
La fe católica, que reproduce el mensaje de Jesús de Nazaret, nos ha enseñado que por encima de todo está la solidaridad y el apoyo a quienes menos tienen.
Además, hemos aprendido que todas y todos somos iguales. Son nuestras acciones y nuestra empatía lo que nos define y nos llevará a avanzar como sociedad.
“La única manera lícita de mirar a una persona de arriba hacia abajo es cuando le vas a dar la mano para que se levante”. Esta frase profunda y humanista fue retomada por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien citó el documental en Netflix llamado “Historias de una generación con el Papa Francisco”.
Esa línea, coincide con la visión de la Ciudad y del País: nadie es menos que nadie. Las oportunidades son por igual para todas y para todos.
En el Consejo Ciudadano coincidimos con esa postura y damos apoyo contra cualquier acto de discriminación, por medio de la atención jurídica y psicológica gratuita en la Línea de Seguridad o Chat de Confianza 55 5533 5533, como lo hicimos con Miguel.
Además, contribuimos con generar mensajes inclusivos, en donde nadie sea minimizado por su color de piel, situación socioeconómica, grupo étnico ni alguna otra circunstancia.
Si queremos construir la paz, tenemos que reconocer, con humildad, los momentos en los que hemos hecho un comentario o acción de discriminación hacia el otro que puede dañar su bienestar emocional y espiritual.
Tenemos que alzar la voz si somos testigos de este tipo de violencia, y unirnos para erradicar comportamientos, chistes, miradas que hieren a los demás.
Sólo con humildad y una mirada amorosa e igualitaria, podremos construir una Ciudad más justa para todas y todos.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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