En un momento de desesperación, solo, Mario, un niño de 11 años de Aguascalientes, tomó el teléfono y pidió ayuda, luego de ser víctima de maltrato y de múltiples abusos de su padrastro. El hombre que debía protegerlo cuando su mamá salía a trabajar constantemente lo insultaba, humillaba e incluso llegó a tocarlo de manera inapropiada. Hablar de lo que pasó hizo que su madre supiera lo que sucedía y el niño pudo salir de esa situación violencia.
¿Qué podemos hacer como sociedad para ayudar a miles de niñas y niños que como Mario pasan por un perjuicio que podría marcarles de por vida? El acompañamiento es fundamental, los menores de edad deben tener siempre una red de apoyo sólida. Además, debemos dotarlos de herramientas para que identifiquen los tipos de violencia y sepan qué hacer si son víctimas de alguna persona, cercana o no, que intenta dañarlos.
El pasado jueves, el Papa Francisco brindó un mensaje histórico a los participantes en la Conferencia “Promover la protección de menores en el tiempo del Covid-19 y más allá”, organizada por la Comunidad Papa Juan XXIII en colaboración con el Centro de Victimología y Seguridad de la Universidad de Bolonia.
“Que la tutela de los menores sea cada vez más una prioridad ordinaria en la acción educativa de la Iglesia; que sea promoción de un servicio abierto y fiable, para hacer frente con firmeza a cualquier forma de dominio, de ofensa a la intimidad y de silencio cómplice”, expresó el Sumo Pontífice. Es decir, educar contra los abusos debe ser una prioridad en cada templo y en cada espacio católico.
Pero no sólo es una responsabilidad de la Iglesia. Estadísticamente, la mayoría de los agresores están en casa. Entonces, en el barrio, la escuela, en internet debemos difundir también información para que ellas y ellos sepan a dónde acudir en caso de no contar con alguien en su círculo cercano con quien puedan hablar en confianza sobre lo que les sucede.
En este año, en la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos recibido mil 162 reportes por violencias contra niñas, niños y adolescentes, 37% de forma física y 22% sexual. El 26% de las agresiones provenían de su madre y 16% de su padre, no de un desconocido.
Proteger la integridad física, mental y espiritual de niñas, niños y adolescentes es una responsabilidad de toda la sociedad. En cualquier espacio comunitario necesitamos generar ambientes de confianza y respeto, hablar con ellos para que puedan reconocer cuando algo no está bien y puedan expresarlo y reportarlo de inmediato.
Formemos una red de apoyo para que puedan alzar la voz contra cualquiera, dentro y fuera de casa. Juntas y juntos podemos combatir el maltrato y abuso infantil.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
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