Alberto Quiroga
Son muchas las anécdotas que he conocido, incluso de primera mano, acerca de compra venta de objetos que se compraron por muy poco y se revendieron por mucho, debido a que quien las comerció en primera instancia desconocía el verdadero valor.
Un libro viejo en realidad puede ser una joya incunable. Un jarrón de apariencia común tal vez sea una valiosa antigüedad. Pero en las personas equivocadas, esos objetos pueden ser desechados.
Se dice que para vender o comprar, hagas como que no quieres hacerlo, para que tu aparente falta de interés juegue a tu favor. Esto desafortunadamente también puede usarse de mala forma en el trato a los demás. He escuchado a dueños de negocios decir que en lo posible evitan hacer cualquier elogio a la labor de sus empleados, para que no se les ocurra pedir aumento de sueldo.
Ya sea por desconocimiento de nuestras capacidades o estrategia para minimizarlas, podemos encontrarnos en situaciones donde nos sintamos desvalorizados por los demás. Justo es una queja recurrente de muchos al momento de sentir que no somos valorados, lo que puede derivar en tener, por consecuencia, una imagen deteriorada de nuestro verdadero valor.
Si tú eres creyente, debes tener la seguridad que Dios tiene un plan para ti y que te ha dotado de todo lo necesario para realizarlo. Si los demás no lo aprecian, ya es responsabilidad de ellos, pero no te dejes llevar por las opiniones de los demás en el sentido que vales menos. No lo olvides, eres una creación de Dios y él no se equivoca.
*Los artículos de la sección de opinión son responsabilidad de sus autores.
Noble y sabio, uno de los últimos Padres de la Iglesia nos invita a enamorarnos…
La libertad según el Evangelio no se reduce a un concepto político ni a una…
La Iglesia del Pocito, ubicada en La Villa de Guadalupe, combina historia, arte y fe.…
La quinta temporada de The Chosen invita a contemplar las últimas horas de Jesús antes…
Próximamente Carlo Acutis será canonizado por la Iglesia, por ello te contamos la historia de…
Para que Carlo Acutis fuera elevado a los altares, debieron de comprobarse dos milagros: uno…
Esta web usa cookies.