El intercambio de fuego entre Irán y Estados Unidos puso en alerta al mundo ante la posibilidad de una nueva guerra de dimensiones incalculables. Ante este panorama vale la pena que hagamos un alto y meditemos un poco sobre lo que esto implica.
Por ello, preparé estos 15 puntos que, como cristianos, debemos considerar ante el panorama de la guerra:
1. Quien comienza una guerra, alega que su guerra es justa e intenta justificar moralmente el uso mortal de la fuerza. Para este fin hay palabras claves: amenaza, terrorismo e incluso se identifica el uso de la violencia con la justicia y la instauración de la paz.
2. La guerra depende de los valores y criterios de unas cuantas personas que no siempre parecen relacionados con el deseo de la paz y la justicia, sino con intereses económicos y de estado.
3. Para nosotros los cristianos, la guerra como instrumento, nunca puede ser considerada sin referencia a la virtud de la compasión y a la virtud del respeto a las personas.
4. Nunca se puede justificar construir desesperación y sufrimiento de los civiles como una medida para llegar a la paz.
5. Quienes tienen en sus manos el recurso de la guerra deberían poseer y ejecutar las virtudes de quien busca construir la paz: fe, esperanza, valentía, paciencia, compasión, perseverancia, civilidad y caridad.
6. Cada individuo y cada líder no tendría que demostrarnos ni convencernos de lo peligroso que es el otro, sino evidenciar con gran contundencia como ha buscado promover la justicia y la resolución de conflictos antes de llegar a sugerir el recurso de la violencia mortal.
7. Tribunales y fuerzas internacionales tendrían que vigilar y discernir el recurso de la guerra, nunca un estado o un líder de manera unilateral.
8. El actuar justo y prudente frente a la guerra depende de la voluntad de ver las caras de quienes sufren las consecuencias de la guerra y no quitarles el rostro de persona que nos obliga a reconocer en ellos el valor de la dignidad humana.
9. Debemos estar atentos y denunciar el peligro de quitar a los otros su categoría de personas, y así su dignidad, señalándoles como animales, amenazas y terroristas.
10. Sin la virtud del respeto y de la compasión no podemos conocer los terribles costos de la guerra.
11. Atacar privilegios, denunciar la mentira y buscar la trasformación de los centros de poder político, económico, ideológico e incluso religioso, nos meterá en conflicto, pero eso no nos debe volver violentos.
12. Estamos llamados a hacer que nuestro mundo sea menos violento, menos injusto y más respetuoso a la libertad y la dignidad.
13. Todos los cristianos ante los conflictos y tensiones del mundo nos encontramos ante una guerra que evitar y una paz que construir.
14. La paz que buscamos los cristianos es referida siempre a la justicia; es prosperidad, felicidad, salvación y salud.
15. Con cada una de nuestras acciones y elecciones cotidianas podemos construir la paz.
Bibliografía: C. MELLON, Duemila anni di riflessione cristiana, Chap. V. “I cristiani di fronte alla guerra e alla pace”. (1986); VOGT, C.P., «Integrare la guerra giusta e le virtù per promuovere la pace: compasione, rispeto per le persona e misura della proporzionalità», RdT 47 (2006).
*El autor es médico, jesuita, maestro en filosofía social, licenciado en ciencias religiosas y estudioso de la teología moral. Puedes seguirlo en Twitter aquí.
Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.