Mejor mamá

Se preguntó a un grupo de niños: Si antes de que nacieras Dios te hubiera dado la posibilidad de crear a la que sería tu mamá, ¿qué cosas buenas o malas hubieras querido que tuviera?

Todos, sin excepción, mencionaron cualidades, por ejemplo que la hubieran hecho muy bonita, muy buena, siempre dispuesta a ayudarles, aconsejarles, etc. Ni uno solo dijo que hubiera creado una mamá mala o que les mintiera o les pegara.

Es lógico que si hubieran podido elegir, hubieran elegido lo mejor.

Pues si niños de primaria hubieran creado a la mejor mamá, si hubieran podido, cuánto más Jesús, Autor de todo cuanto existe, que sí pudo crear a Su propia mamá, la hizo perfecta, la dotó de todas las cualidades y la preservó del pecado original desde el momento de ser concebida. María es la madre más bella, más buena, más amorosa, y el hecho de que no sea pecadora no la hace despreciarnos a nosotros, que sí lo somos, sino al contrario, despertamos en Ella su compasión y ternura y está siempre dispuesta a ayudarnos a levantarnos, enmendarnos y encaminarnos hacia Jesús.

Estamos por comenzar agosto, mes que la Iglesia dedica al Inmaculado Corazón de María, es decir, a contemplar y celebrar que en Ella no hay defecto ni pecado, sólo misericordia, que es el amor que más necesitamos cuando menos lo merecemos.

Alegrémonos de contar con Su maternal intercesión y acudamos a Ella confiados en que siempre está dispuesta a socorrernos.