Dice un dicho: ‘es más larga que la Cuaresma’, para referirse a una situación que parece no acabar nunca. Tal vez a quien inventó esa frase se le hacían eternos estos 40 días de privaciones y abstinencias, pero la verdad es que la Cuaresma pasó rapidísimo. Parece que fue ayer cuando muchos veían con aprensión llegar este tiempo penitencial, y ¡ya llegó Semana Santa!

Leer: ¿De qué te vas a liberar esta Cuaresma 2021?

Conviene aprovechar este momento para hacer un alto, mirar hacia atrás y preguntarnos cómo vivimos esta Cuaresma, si acaso al inicio nos planteamos ciertos propósitos, ¿los hemos cumplido?, ¿a veces sí y a veces no?, ¿cuáles nos han costado más y por qué?

Si no hicimos propósitos, pero intentamos vivir la Cuaresma como tiempo de crecimiento espiritual, y empezamos a hacer o hicimos con más cuidado ciertas prácticas piadosas, ¿cómo vamos?, ¿perseveramos?, ¿sentimos que avanzamos, que retrocedimos o que seguimos igual?

La Cuaresma es un tiempo de penitencia de 40 días.

Cabe aclarar que no se trata de examinarnos para regañarnos si detectamos que no cumplimos lo que nos propusimos, darnos de chicotazos no nos ayuda en nada, al contrario. Decía san Francisco de Sales que hay que tener paciencia con todos, pero sobre todo, con nosotros mismos. Se trata de examinarnos desde la mirada misericordiosa de Dios, que conoce nuestras buenas intenciones, se conmueve al ver nuestros intentos, aunque sean fallidos, y está siempre dispuesto a ayudarnos.

San Ignacio de Loyola proponía hacer un buen examen de conciencia cada día. Podemos hacer uno aplicado a la Cuaresma, para examinar cómo la vivimos, corregir, mejorar y evitar lo que haga falta, y preparar nuestra alma para aprovechar y disfrutar la riqueza extraordinaria que nos ofrece la Iglesia en Semana Santa.

1. Empieza por dar gracias a Dios

Da gracias a Dios por todos los dones y bendiciones con que te ha colmado en estos días cuaresmales. Agradece Su amorosa Providencia. Si te ha tocado vivir situaciones muy difíciles y dolorosas, dale gracias porque te ha dado fortaleza para superarlas y te ha manifestado Su amor de muchas maneras, pídele que te ayude a reconocerlas y agradecerlas.

2. Pide a Dios Su luz para reconocer tus aciertos y tus fallos

Pregúntate: ¿cómo respondiste en esta Cuaresma a la presencia de Dios en tu vida? Cuando cerraron las iglesias, ¿te olvidaste de Él o procuraste continuar asistiendo a Misa, aunque fuera de manera virtual? ¿De qué manera has mantenido viva tu fe en este tiempo, por ejemplo con la oración, la lectura de Su Palabra, el rezo del Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia, te has mantenido en diálogo con Él a lo largo de cada día?, ¿y con María?

¿Cómo fue tu relación con los demás, supiste ver a Dios en ellos? ¿Qué estado de ánimo, qué actitud has tenido en este tiempo? ¿Aprovechaste tus bienes, talentos y tiempo para hacer el bien? ¿En qué procuraste agradar a Dios? ¿En qué fallaste y por qué? Si estás esforzándote para superar algún defecto en especial, pregúntate cómo vas, si has avanzado o retrocedido y por qué.

3. Pide a Dios te perdone tus faltas

Pide al Señor que te ayude a reconocer tus fallas sin caer en la desesperanza, sino con serena aceptación de tu propia fragilidad. Si consideras que cometiste pecados que debes confesar, acude con un confesor (ojo: no es válida la Confesión por teléfono o por internet). Reconcíliate con Dios, experimenta el gozo de recibir, como el hijo pródigo, Su abrazo amoroso.

4. Pide a Dios Su ayuda para enmendarte

Ten firme propósito de enmienda, aceptando la mano que te tiende para levantarte y evitar lo que te hizo caer. Elige una de los aspectos en que más fallaste y proponte trabajar para superarlo de aquí en adelante.

En este examen cuaresmal es muy posible que descubramos que logramos cosas buenas, como dominar un poco más cierto defecto o ayudar a los demás; pero seguramente también detectaremos que fallamos. Tal vez nos faltó paciencia o prudencia o humildad o caridad. No nos desanimemos. Si nuestro propósito fundamental, fue agradar a Dios, lo logramos. Él no valora el resultado, sino lo que nos esforzamos.

¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx  o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775

Alejandra Sosa

Es escritora católica y creadora del sitio web Ediciones 72, colaboradora de Desde La Fe por más de 25 años.

Entradas recientes

Canta con el Papa! La iniciativa del Vaticano para aprender los cantos litúrgicos en línea

El padre Robert Mehlhart, presidente del Pontificio Instituto de Música Sacra (PIMS), ha lanzado una…

11 horas hace

Construyen capilla en un centro de detención para que las jóvenes presas oren y reflexionen

La Arquidiócesis de México y autoridades penitenciarias de la CDMX construyeron una Capilla en un…

11 horas hace

Tener hijos pequeños no es pretexto para dejar de ir a Misa

Tener niños pequeños no es pretexto para no ir a Misa, por el contrario que…

12 horas hace

¿Cuál es la leyenda del Cristo Negro de Salamanca?

El Cristo Negro de Salamanca o el Señor del Hospital, ha sido un símbolo de…

12 horas hace

¿Cómo hacer que tus hijos se porten bien en Misa? Los 8 consejos de un sacerdote

El padre Antúnez, director de Pastoral Infantil de la Arquidiócesis de México, comparte 8 consejos…

13 horas hace

Escuelas religiosas: ¿Cuáles son las congregaciones dedicadas a la educación?

En México, la educación católica ha tenido una influencia importante a lo largo de toda…

14 horas hace

Esta web usa cookies.