1. Se celebra la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
Hay quien se refiere a la Misa del día 1° de enero como ‘Misa de año nuevo’, pero aunque la Iglesia reconoce que el inicio de un nuevo año civil es una fecha significativa, y ruega a Dios que sea un tiempo lleno de paz y bendiciones, no es esto lo que celebra ese día, sino la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, una de las pocas ocasiones durante el ciclo litúrgico en las que hay ‘Misa de precepto’ (antes llamada ‘de obligación’ porque es obligatorio asistir, a menos que haya una razón grave, como tener que permanecer en casa por enfermedad o para cuidar a un enfermo).
Recordemos que el primer mandamiento de la Iglesia Católica es ‘asistir a Misa completa los domingos y fiestas de guardar’.
2. ¿Por qué se llama a María ‘Madre de Dios’?
Hay quien se pregunta por qué los católicos damos ese título a María, si Dios es eterno y María fue creada por Él, así que no puede ser su mamá. No han comprendido el sentido de dicho título.
Éste no es un invento de la Iglesia, tiene fundamento bíblico. Fue usado por vez primera por Isabel, la pariente de María, que cuando recibió su visita la llamó “Madre de mi Señor” (Lc 1, 43).
Jesús es ese “Señor”, y siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, tiene dos naturalezas, una divina y una humana. Pero no se podría decir que María es solamente Madre de la naturaleza humana de Jesús. Dice san Juan Crisóstomo que nadie es madre de una ‘naturaleza’, sino de una ‘persona’, y en este caso, María es Madre de una Persona que es verdadero Hombre y verdadero Dios, y por eso sí se la puede llamar Madre de Dios.
De hecho esta afirmación es uno de los cuatro dogmas marianos, es decir, es una ‘verdad de fe’ infalible, definida por el Papa en comunión con la Iglesia, bajo la guía e inspiración del Espíritu Santo, la cual los católicos debemos creer. Fue definido por el Papa Celestino I, en el Concilio Ecuménico de Éfeso, el 22 de junio del año 431, en el cual se proclamó que “María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno: ‘Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional.” (C.C.E:#466).
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que “María es verdaderamente ‘Madre de Dios’, porque es la Madre del Hijo eterno de Dios hecho hombre, que es Dios mismo” (CEC #509)
Así pues, este 1° de enero, debemos asistir a Misa, pero no sólo para encomendar a la Divina Providencia este nuevo año civil que comienza, sino sobre todo para agradecerle al Señor por haberse procurado la mejor Madre, no para presumírnosla, sino para ¡compartírnosla! Y que se llene de regocijo y gratitud nuestro corazón porque contamos con su maternal y amorosa intercesión.
Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe
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