“Velen y oren para no caer en tentación”

TIENEN TODA LA RAZÓN quienes afirman que ya estamos más cerca del fin mundo -¡es innegable!- pero lo que nunca entenderé ni aceptaré, aunque me lo expliquen al redecho y al verrés (¿te das cuenta?), son los argumentos que tienen para andar espantando a ingenuos, ignorantes, despistados y ansiosos (que conste que evité poner la palabra tontuelos)… CÓMODO ES ANDAR por la vida con una buena dosis de ingenuidad (primera de cuatro), sin malicia ni doblez, y aunque los tiempos dictan mayor atención y cuidado, no por eso estamos obligados a montarnos en la duda y suspicacia, como si todos anduvieran viendo de quien aprovecharse (una prudencia correcta no cancela la buena voluntad)… LOS DE AQUÍ, LOS DE ALLÁ, y los de todos lados, antes o después, cargamos nuestra propia ignorancia (dos de cuatro), y aunque no podamos ni debamos saberlo todo, siempre es benéfico saber más, conocer mejor, hacer más chiquita la ignorancia, que su exceso y descuido de plano no tienen cosa positiva qué aportarnos (¿o sí?)… EL REFRÁN DICTA QUE hasta al mejor cazador se le va la liebre; en efecto, es posible que la liebre tuviera más ventaja que habilidad el cazador, pero también vale que por despistado (tres de cuatro) o distraído, sencillamente se le fue y se le fue: necesitó mayor atención… QUIENES POR TEMPERAMENTO somos ansiosos (cuatro de cuatro) hemos de poner atención en no convertirnos en fanáticos, extremistas, catastróficos, y/o en toda la gama de radicalismos variopintos y alucinantes, que rápido seríamos pasto fresco para cualquier manipulador de a tostón, y entonces nos espantarían más rápido que a los ingenuos, ignorantes o despistados; ¡claro, somos ansiosos!… AUNQUE EN MÉXICO -y en tantos otros lugares- hemos tenido gobernantes malos y peores, no por eso ha llegado el fin del mundo (a veces da la impresión que eso sería menos peor); y aunque en Estados Unidos –y en tantos otros lugares- tengan los gobernantes que tienen, tampoco habrá que suponer que sus modas y modos vengan acompañados de la hecatombe final (y también a veces dan ganas de que suceda, ¡ja!); pero mejor vayamos al meollo del asunto… EN AQUELLOS TIEMPOS –tal como solemos decir al inicio de la lectura del Evangelio- Jesús también estuvo expuesto a sus propios gobernantes (tanto Herodes como Pilato) y a tantas teorías y elucubraciones sobre el fin del mundo, sobre un cambio histórico profundo, sobre la transformación radical de su entorno social, político, religioso, sobre el advenimiento de una nueva época, tal como sucede en aquestos tiempos (poco faltó para que hablaran de alienígenas)… Y AHORA –AMABLE LECTOR- pon el doble de atención porque te diré la exquisita receta que Jesús nos dejó para hacer frente a tanta hambre de calamidades, de tragedias y destrucciones, de tipos “finesmundescos” y “épococambiantes”, de horizontes apocalípticos y dantescos, de toda sarta de busca-tontos y espanta-ingenuos; en efecto, Jesús dijo: “Velen y oren para no caer en tentación” (Mt 26, 41)… SI ERES DE LA PERSONAS que andan viendo pecado hasta en la sopa de letras, de plano ni sigas leyendo; pero si tomas en serio la vigilancia y la oración, y si consideras la tentación como momento especial para mostrar el calibre (y no solo como ocasión de pecar), entonces te darás cuenta que Dios busca que no nos despistemos, que estemos en relación constante con Él y que salgamos adelante frente a situaciones adversas o difíciles… UNA OJEADA LIGERA por la historia de la Iglesia te mostrará que siempre ha habido bautizados de una sola pieza, que no se amilanan ante tempestades ni se esconden por respetillos humanos, que saben dar la cara y no se conforman con ninguna barata, que dan gratis la vida y no les espanta arancel alguno (¡ups!, creo que mejor termino aquí)… TAL COMO DIJO JESÚS, me lo repito: velaré y oraré para que ni mi ingenuidad, ni mi ignorancia, ni mi despiste, me pongan en situación de ansiedad, y me ande espantando yo con cualquier fin del mundo, con cualquier esperpento o esperpenta que me quiera amargar esta sabrosa cuaresma que está por dar paso a una Gloriosa Pascua (y conste que “esperpenta” -con a- no aparece en el diccionario)…