HUGO ME PREGUNTÓ QUE si me gustaba la política y como apenas nos habíamos conocido, rápido le dije que sí; yo hubiera disfrutado decirle que a veces me gusta en adobo, otras capeada, también gozo comerla en ensalada y hasta en sabrosa mermelada; cuando de plano la rechazo es cuando la veo “maruchaneada”, o cuando me la quieren servir “merengueada” a más no poder; el mejor modo en que la disfruto es ¡al natural!… EL RESTO DEL TRAYECTO lo versé sobre otros contenidos y sin dejar el tema como fondo, pues siendo la política la actividad primordial de todo ciudadano para conseguir la convivencia pacífica, ordenada y constructiva, y teniendo la política como objetivo último y definitivo la búsqueda del bien común, iba a ser imposible esconder, esquivar o maquillar el tema… CUANDO ME DEJÓ en mi destino, tanto Hugo como este servidor quedamos satisfechos del diálogo que concluyó en una cuasi-confesión (ni en el taxi se me olvida que soy cura): ni él imaginó que yo fuera tan político, ni yo imaginé que él casi prometiera que se iba a integrar a alguna actividad en su parroquia y que se acercaría a Dios en familia, en lo cotidiano del hogar… NO RECUERDO BIEN a quién le oí decir que la política es tan importante y valiosa como para dejarla sólo en manos de los políticos, y menos de los que la deforman, la manipulan, la parcializan, la hacen añicos y acaban por adueñarse del bien común, acaban por sentirse los indispensables, los dueños absolutos del poder público y los redentores de toda actividad cívica… FELICITO A MÚSICOS que se han dedicado a la música, y a los deportistas que se han esmerado por promover el deporte, y a los médicos que se profesionalizan contínuamente; a quien no felicito para nada es al buen cirujano que llega a creer que –en automático- puede ocupar una curul de diputado, o a quien habiendo logrado una medalla en la competencia deportiva cree –sin más- que será buen administrador de funciones públicas… LA LÓGICA POPULAR dicta con profundidad: “zapatero a tus zapatos”, y como los dichos de los abuelitos son “evangelios chiquitos”, me doy a la tarea de seguir descubriendo la verdad profunda contenida en esas pocas palabras, y por supuesto que ahí se subraya una entrega y dedicación a lo propio, con seriedad y calidad; de ahí que los políticos arribistas o una profesora de primaria experta en sindicatos, o los artistas de la farándula haciéndola de senadores, o un piloto aviador como alcalde, pues no… MUCHO ME GUSTARÍA que nuestros políticos fueran –antes que cualquier otra cosa- buenos ciudadanos, porque ejercitarse como “agitador social” por años para aspirar a ser gobernador o presidente, o tener un largo ensayo como porro para conseguir la dirigencia de un partido, no nos garantizará una actividad política sana y real; y ni para qué remitirme a ejemplos de la vida cotidiana… TAL VEZ NO HAYA OTRO versículo en los evangelios con tinte tan político y religioso –a la vez- como aquel de “den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22, 21); por supuesto que los politiquillos jalan el agua para su molino y lo utilizan para ahondar el abismo que les garantice lejanía de instancias éticas y de valores tan universales como la libertad religiosa o los derechos de los más vulnerables… ANTES DE SER O HACER lo que sea, tú y yo somos ciudadanos, hombres y mujeres que viven y trabajan, que nos esforzamos día a día en la responsabilidad y la convivencia; así que ojalá nunca perdamos el gusto por la política nutritiva y substanciosa, por la política que alimenta y nos da salud; no por la “maruchaneada” ni la que empalaga y fastidia, no por la que nos disfrazan de celofanes y vacían de todo contenido: al natural siempre será mejor…
Puedes leer: Angelus dominical: primero gatear y luego caminar
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.