Un pez remo emergió de las profundidades y desató teorías sobre el “fin del mundo” y el juicio final.
Hay una serie de noticias y videos circulando en redes que hablan de un extraño pez remo que ha aparecido en días recientes en una playa en Baja California, México. Es noticia por dos razones: en primer lugar, porque habita en aguas muy profundas y frías y su aparición en la superficie del mar es muy rara. En segundo lugar, porque, en la cultura japonesa, sobre todo, se relaciona legendariamente su aparición con catástrofes naturales como terremotos y maremotos.
Hasta aquí, nada extraordinario, es normal que existan leyendas en las culturas de todo el mundo. Sin embargo, el problema, al menos para el cristiano, surge cuando se empiezan a relacionar esas leyendas folclóricas con la fe. En este caso particular se relaciona la aparición del pez remo con el fin del mundo, plagas y cosas por el estilo.
Se llega a afirmar, con una seguridad total, que ese pez es mencionado en la Biblia (en el libro de Jonás). Se trataría del monstruo marino que devora a Jonás y lo retiene tres días en su vientre. Esto, por supuesto, es totalmente falso y arbitrario.
Aclaremos las cosas y digamos, alto y claro, que, en la revelación de Dios, específicamente en la Sagrada Escritura, Jesús afirma que, acerca del fin de las cosas, nadie sabe la fecha y la hora; ni los ángeles, ni el Hijo, sino solo el Padre de los Cielos (Mt 24,36).
Y la Iglesia enseña que es una gran mentira toda afirmación que asegura poder predecir o conocer con exactitud el fin de los tiempos. Por ello, el católico no puede, ni debe, prestar oídos a supuestas profecías o presagios de infortunios. Su confianza está puesta totalmente en Dios, no en adivinos o videntes de malos augurios.
Nada. ¿Que existen coincidencias desafortunadas con los presagios de adivinos? Sí, las coincidencias forman parte de la dinámica natural del mundo, pero eso no significa que la simple aparición de un pez tenga que ver con los designios divinos.
Hermanos católicos, pongamos las cosas en la perspectiva correcta, disfrutemos de las leyendas y el folclore de los pueblos, son parte de la cultura y el colorido propio de los pueblos, pero seamos muy críticos y cuidadosos con las noticias alarmistas que pretenden generar miedo y morbo y atentan contra nuestra fe.
Cuando tengamos dudas, acudamos a nuestros pastores o a gente docta dentro de la Iglesia que pueda orientarnos adecuadamente.
Esta especie puede alcanzar hasta los 11 metros de longitud; sin embargo, algunos de los peces remo registrados en México han medido entre 3 y 4 metros, con una cabeza que mide entre 30 y 40 centímetros de ancho.
El pez remo ha sido históricamente considerado un mal presagio debido a varias leyendas, especialmente en la cultura japonesa, que lo vinculan con terremotos y otras catástrofes. En dicho país, este pez aparece frecuentemente en obras de arte y literatura como un símbolo de la belleza y la tranquilidad del océano.
Una antigua leyenda japonesa cuenta que “Namazu”, una gigantesca serpiente marina que habitaba las profundidades, provocaba terremotos cuando subía a la superficie. Sin embargo, no hay pruebas científicas que respalden estas creencias.
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