La representación de la Última Cena durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en París 2024 no deja de generar reacciones, así como de motivar puntos de encuentro entre las distintas confesiones cristianas.
Contrario a lo que se pretendía con aquel espectáculo, cada vez aparecen más gestos de distintos atletas que no temen demostrar su fe y enviar un mensaje, sin violar el también cuestionado artículo número 50 de la Carta Olímpica que prohíbe el proselitismo religioso y el político.
En este contexto, el renombrado tenista Novak Djokovic decidió mostrar y compartir su crucifijo al final de los partidos, los cuales atraen gran atención debido a su distintivo estilo de juego.
Como miembro de la Iglesia Ortodoxa Serbia, Djokovic sorprendió a los aficionados que lo vieron jugar en la cancha Philippe Chatrier, donde se enfrentó al igualmente famoso Rafael Nadal. En ese momento, mostró nuevamente el crucifijo que llevaba escondido bajo su camiseta.
Este domingo, Novak Djokovic alcanzó la gloria olímpica que le había eludido desde su debut en 2008, completando así un impresionante currículum que incluye 24 títulos de ‘Grand Slam’.
El serbio venció a Carlos Alcaraz por primera vez en una final de un gran torneo. Aunque el resultado fue ajustado, Djokovic se mostró superior al español en todo momento.
Tras obtener el oro, Djokovic expresó su gratitud hacia su primer entrenador, quien le ayudó a enamorarse del tenis. También agradeció a Dios: “Le doy gracias a Dios por su misericordia, por esta bendición y oportunidad. En este momento parecía casi imposible lograr todo esto, pero nada es imposible cuando tienes fe, poder y crees en ti mismo. Nada es imposible”.
El atleta no oculta su fe ni la devoción que siente por Dios. En diversas declaraciones recogidas por medios internacionales, Novak Djokovic ha afirmado con claridad: “Antes que atleta, soy un cristiano ortodoxo”.
Como líder indiscutible en el terreno de juego, el ganador de 24 Grand Slams mostró su hermosa cruz plateada tras vencer a Rafa Nadal este lunes. Nadal, quien se casó por la Iglesia Católica en 2019, fue el oponente en esta ocasión.
En el primer día de los juegos, Novak Djokovic, actualmente clasificado como el número 2 del mundo, realizó un gesto similar tras imponerse a Matthew Ebden en París. Dentro y fuera de la cancha, el destacado atleta ha dejado en claro que cuenta con un respaldo único: “Mi espalda siempre está custodiada por Dios y los ángeles”.
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