La Parroquia de San Agustín conquista almas con la música

Todos los domingos primero de cada mes, desde hace seis años, la Parroquia de San Agustín, ubicada en el corazón de Polanco, atrae a cientos de personas para escuchar la majestuosidad de los cinco órganos que aquí se resguardan, y cuya música los feligreses podrán escuchar el 28 de agosto durante la fiesta parroquial.

La música ha sido un instrumento para que las personas se acerquen a la parroquia y conozcan los Evangelios, pues a decir de Fray Luis Guzmán Pérez, párroco y prior de esta iglesia, la gente puede hacer una conexión con Dios.

“La Iglesia ha contribuido a la cultura, y esa parte se ha desvirtuado y olvidado. A través del carisma agustino, queremos que la gente sienta la música como parte de su espiritualidad”, asegura el párroco.

Estos órganos no pertenecían originalmente a este templo, pero desde hace seis años aquí se resguardan y cada año, en el mes de noviembre, es la sede principal del Festival Internacional de Órgano, que este año cumple 28 de existencia.

La organista Ofelia G. Castellanos y su esposo, Gustavo Delgado Parra, organista, clavecinista y compositor, comentan que buscaban un espacio para que estos cinco instrumentos musicales pudieran resonar en todo su esplendor.

“Los frailes agustinos nos dieron permiso para resguardar los órganos, lo cual ha ayudado para que, a través de la cultura, la iglesia puede llegar a personas que ordinariamente no participan en las celebraciones”, explica la maestra Ofelia.

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Su labor pastoral

Además de la música, la comunidad de frailes agustinos ha desarrollado diversas fortalezas en pro de los feligreses.

“El principal reto de esta parroquia es que tiene muchos matices, el primero al interior de nuestra vida religiosa y el segundo es crear una comunidad en la iglesia, pues la población es heterogénea y hay una gran movilidad de personas”, explica fray Edgardo Frías, rector de la iglesia María Auxiliadora, dentro del territorio parroquial de San Agustín.

Asegura que, debido a la ubicación, se piensa que la comunidad no tiene problemas económicos o de otro tipo; sin embargo, mucha gente que vive en la calle o que tiene problemas familiares y necesita ser atendida, escuchada y acompañada.

“Estamos impulsando el grupo de Cáritas parroquial, el cual trata de ayudar a las personas del territorio parroquial que están en la indigencia o pobreza”.