Esta parroquia en el Centro de México tiene una devoción especial para el 14 de febrero: el Cristo del amor

La Parroquia de Jesús María, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se caracteriza por tener la única imagen del Señor del Amor, Cristo joven o Cristo del amor. 

La devoción fue establecida por el padre Miguel Ángel Soto, quien mandó hacer una escultura con la imagen de Jesús, pero en su etapa adolescente con la finalidad de terminar un poco con la mercadotecnia del 14 de febrero, el día que se celebra al amor y la amistad.

Esta imagen, única en la Arquidiócesis de México, representa el amor que el Padre y el Espíritu Santo ofrecen todos los días a través de Jesús, no sólo en una fecha particular. Sin embargo, el 14 de febrero, día de San Valentín, devotos de todo el país acuden a la parroquia a celebrar la Eucaristía en su honor.

Personas de todas las edades acuden a colgar listones a los pies de la imagen con peticiones como encontrar pareja, casarse o tener armonía en su hogar. Cuando les cumple el favor, le “agradecen” con dulces, chocolates, muñecos de peluche, arreglos florales, e incluso, capas para cambiar su indumentaria. Sin embargo, el listón u otro tipo de regalo no debe pensarse como una especie de ‘trueque’ que condiciona la petición: se trata más bien de un acto devocional que debe estar alimentado de la oración.

El templo y ex convento de Jesús María fue creado para recibir a mujeres españolas que no tenían dote para pagar su Matrimonio. Comenzó la construcción del conjunto en 1597 y concluyó hasta 1621 con el recaudo de limosnas y dádivas; sin embargo, llegó a ser uno de los más grandes y bellos de la zona.