La Profesa es el nombre con el que se le conoce a la Rectoría de San Felipe Neri, construida en el siglo XVIII por el arquitecto Pedro de Arrieta en lo que hoy es el Centro Histórico de la Ciudad. Pero, ¿por qué este recinto es llamado así popularmente?
El padre Luis Cano, encargado de la rectoría, explica que dicho nombre tiene que ver con que, si bien todos los sacerdotes religiosos hacen votos de pobreza, obediencia y castidad, los jesuitas tienen un cuarto voto que agregó su fundador san Ignacio de Loyola: la obediencia al Papa, que los lleva a prepararse para lo que él requiera, ya sea como misioneros, traductores, científicos o alguna otra especialización.
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Y he aquí la razón del nombre –señala–: “Desde 1720, en que finalizó la construcción del templo, éste quedó en manos de los jesuitas, y en él dispusieron un espacio para albergar a quienes profesaran ese cuarto voto, al cual se le llamó “Casa Profesa”, por lo que el conjunto comenzó a ser conocido de esa forma.
En 1767 –cuenta el sacerdote–, los jesuitas fueron expulsados de España y de las colonias españolas; y sus haciendas, colegios, bibliotecas y templos quedaron en poder del gobierno virreinal.
“Un año más tarde, un sismo registrado en la Ciudad de México dañó la iglesia que albergaba a los padres de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, quienes solicitaron al gobierno que les permitiera ejercer sus actividades en La Profesa. El rey les dio la autorización formal en 1771. Ante el deterioro del templo, en 1805 la congregación decidió restaurarlo; y así, al estilo barroco de Arrieta se agregó el neoclásico de Manuel Tolsá”.
Actualmente, los padres del Oratorio no sólo son custodios del templo, sino de un extraordinario acervo artístico, integrado principalmente por pinturas de caballete de los siglos XVII, XVIII y XIX. Las obras son de artistas como Cristóbal de Villalpando, Juan Correa y José de Páez, entre otros, y desde 1977 se exhibieron bajo un diseño museográfico en cuatro salas adaptadas. Ahora están deshabilitadas por daños que tuvo la estructura del templo en los sismos de 2017.
Otras obras de arte admirables –refiere el padre Luis Cano–, eran las pinturas concluidas en 1879 para decoración de la cúpula, realizadas por el artista catalán Pelegrín Clavé y nueve de sus alumnos de la Academia de San Carlos. “Lamentablemente, estas obras fueron consumidas por un incendio registrado en el templo de La Profesa en 1914”.
La Profesa también es un sitio protagonista de la historia nacional. Si bien la guerra por la Independencia de México dio inició el 15 de septiembre de 1810, ésta se consiguió oficialmente el 27 de septiembre de 1821 –es decir, 11 años después–, tras una serie de reuniones encabezadas en La Profesa por el canónigo Matías de Monteagudo, que derivaron en la designación de Iturbide como comandante en jefe del Ejército del Sur, y su posterior acercamiento a Vicente Guerrero, lo cual dio origen al llamado Ejército Trigarante y la firma del Acta de Consumación de la Independencia de México.
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