En esta iglesia sanan el espíritu y la mente

Quienes trabajan en la iglesia de San Antonio de Padua de las Huertas, sobre México- Tacuba, en la colonia Tlaxpana, buscan que cada vez más personas sepan que ahí ayudan a sanar no sólo el espíritu, también la mente.

Es una unidad pastoral que pertenece al Primer Decanato de la II Zona Pastoral que, además de impartir Misa y los Sacramentos, también se especializa en la prevención del suicidio, así como dar apoyo a través de centros de escucha a laicos, sacerdotes y religiosas que padecen depresión, ansiedad o algún otro tipo de trastorno emocional.

Prevenir el suicidio

“Hace siete años surgió Effetha Kum, Centro de Prevención de Suicidio, como una Asociación Civil enfocada a sacerdotes, religiosos y religiosas con algún problema psicológico o de adicción; sin embargo, nos dimos cuenta de que los factores depresivos desencadenaban en ideas suicidas que no eran propias del clero, sino parte de una constante de la ciudadanía”, explica Carlos Valencia Barrera, suicidólogo y teólogo encargado del centro.

Los servicios están disponibles todos los días en San Antonio de Padua de las Huertas.

Las palabras hebreas Effetha Kum, significan “ábrete” y “levántate”, las cuales definen la labor esta organización en cuanto a prevención, intervención y postvención del suicidio; es decir, trabajo psicológico con familiares.

El centro cuenta con dos consultorios dentro de la parroquia, los cuales dan servicio las 24 horas del día, todos los días de la semana. La atención también la dan a través de sus redes sociales.

“Sólo la consulta presencial es la que tiene un costo muy bajo, pues son atendidos por psicólogos, suicidólogos y tanatólogos, quienes prestan sus servicios a la asociación y les tenemos que pagar”, explica Carlos Valencia.

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Atención para el clero

Los sacerdotes y las religiosas no deben dejar de trabajar en la parte del espíritu, comenta el padre Jorge Luis Pancich López, párroco y coordinador de la unidad pastoral. “La salud mental no se ve, pero se siente, además te incapacita. Somos cuerpo, mente y espíritu, y a partir de esto tenemos que atender al ser humano”.

El padre Jorge Luis Pancich, párroco de la unidad pastoral.

Por eso -comenta- hace cuatro años, cuando se volvió párroco de esta iglesia, y al ver la especialización del servicio que aquí se daba, empezó a estudiar la carrera de Psicología para estar a la par de las necesidades del templo y enfocarse a la atención del clero.

“Se piensa que al ordenarse sacerdote o religiosa ya se está del otro lado, pero no. La atención espiritual y psicológica debe ser permanente, pues no se debe de olvidar que son seres humanos”.

El Centro de Escucha

Desde hace dos años, dentro de la parroquia también se formó el CE YA SA, (Centro de Escucha San Antonio), que nació con el propósito de que la comunidad sea escuchada y acompañada.

“Es un centro de escucha, presencial, gratuito y no invasivo. Se da un acompañamiento psicoespiritual a partir de la formación católica cristiana”, comenta Carlos Valencia.

De acuerdo con el padre Jorge Luis Pancich, acuden sobre todo personas de la tercera edad, aunque está abierto a todos los que lo necesiten. Este centro también atiende de manera gratuita, todos los días del año, de forma presencial y a través de sus redes sociales.

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