Un grupo de arqueólogos e investigadores de Israel lograron desenterrar ocho escalones pertenecientes a la milenaria piscina de Silóe y en la que, de acuerdo con los Evangelios, Jesús sanó y le dio la vista a un ciego de nacimiento.
El hallazgo de dichos vestigios arqueológicos, que datan de 2 mil 700 años de antigüedad, se registró en una excavación que se está realizando en la Ciudad de David, considerado el asentamiento donde originalmente se ubicó Jerusalén y que abarca la piscina de Siloé y el Camino de Peregrinación.
Al informar sobre el descubrimiento de la escalinata que dirigía a la piscina, Ze’ev Orenstein, director de Asuntos Internacionales de la organización Ciudad de David, manifestó su entusiasmo, porque dicho hallazgo confirma el vínculo que judíos y cristianos tienen con esa zona.
“Las excavaciones en curso dentro de la Ciudad de David, el sitio histórico de la Jerusalén bíblica, particularmente de la piscina de Siloé y el Camino de Peregrinación, sirven como una de las mayores afirmaciones de esa herencia y del vínculo milenario que judíos y cristianos tienen con Jerusalén”.
En el Evangelio de San Juan se señala que luego de que Jesús escupiera en un poco de tierra y con su saliva hiciera un barro que le untó en los ojos a un ciego de nacimiento, le indicó: “Vete, lávate en la piscina de Siloé”. El hombre, indica el relato del apóstol, “obedeció, fue, se lavó y volvió con vista”.
Así, el localizar la piscina de Siloé, representa recuperar el escenario donde se llevó a cabo este milagro de Jesucristo, además de conocer en su dimensión real este monumento arqueológico e histórico ubicado en la zona sur de la Ciudad de David.
Esa es, destacó Orenstein, la importancia que tiene este descubrimiento, porque no solo se le aprecia desde una perspectiva religiosa, sino también como un escenario de un hecho histórico comprobable.
El descubrimiento de este sitio histórico tuvo lugar cuando se llevaba a cabo una obra de construcción al sur del Templo del Monte de Jerusalén, cerca del área conocida como Ciudad de David.
En ese momento los arqueólogos Ronny Reich y Eli Shukron inicialmente identificaron dos antiguos escalones de piedra, lo que los llevó a realizar una excavación más profunda que les permitió determinar que dichos escalones eran parte de un estanque monumental que databa del período del Segundo Templo, el mismo en el que Jesús vivió.
La estructura descubierta tiene una longitud de 70 metros y se estima que su antigüedad es de aproximadamente 700 años antes del nacimiento de Cristo.
Aunque aún no existe una fecha programada para su apertura al público, se espera que el sitio arqueológico sea accesible para los visitantes en un futuro próximo a fin de que tengan la oportunidad de caminar sobre las mismas piedras donde Jesús hizo uno de sus milagros.
Con información de UnoTV.com
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