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Propósitos de Año Nuevo 2022: consejos para no fracasar en el intento

Los Propósitos de Año Nuevo no se cumplen sólo por el hecho de acostarse por la noche y levantarse al día siguiente, ni por cambiar el calendario viejo por uno nuevo.

Cada año nuevo constituye una oportunidad para hacer proyectos de vida, fortalecer lo positivo o hacer grandes cambios para sacar de nuestra vida lo que es destructivo.

No es la vida la que nos marca lo que tenemos que hacer, somos nosotros los que dirigimos la vida y le damos sentido. Nosotros somos los responsables de construir el presente y el futuro.

La lista de Propósitos de Año Nuevo en manos de Dios

Nuestra lista de propósitos de Año Nuevo debemos dejarla a la sabiduría de Dios para que Él nos ayude, y así tendremos mejores resultados. Para ello podemos tomar en cuenta lo que Jesús nos dice en el Evangelio de Mateo 7,21,24-29.

La primera parte nos recuerda que las palabras no son suficientes para tener logros. Es muy fácil hablar, prometer, decir propósitos de Año Nuevo, pero lo difícil es ponerlos en práctica. Quizá por eso hay tantas personas que hacen buenos propósitos, pero nunca los ven realizados. Bien decía Jesús: “No todo el que me diga ‘Señor, Señor’, entrará  en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”

 

Oración para poner en manos de Dios el Año que nuevo

“Los propósitos y la oración van acompañados de obras”. Con estas palabras comprendemos perfectamente que no es suficiente hacer oración o invocar el nombre de Dios para transformar la vida o hacer frente a los retos  y obstáculos. Hacer un propósito o invocar el nombre de Dios exige tener una actitud de esfuerzo, trabajo y disponibilidad que convierten los pensamientos en acciones.

Propósitos de Año Nuevo, ¿por qué es tan difícil cumplirlos?

Hablar de Propósitos de Año nuevo no es fácil, pues lo fácil no cuesta trabajo, no exige constancia ni esfuerzo. Quizá por eso la mayoría de las personas buscan ese camino y se conforman con pocos resultados.

Es más fácil estar descansando que hacer algo de provecho; por ejemplo, es más fácil pasar año con 6 de calificación, que obtener un 10; es más fácil tener la casa sucia, que arreglada y presentada; es más fácil relacionarse sólo con los que me caen bien, que ampliar mi grupo de conocidos; ver la televisión que leer un libro; salir a jugar, que estudiar o tomar un curso; hacerse una operación de liposucción, que hacer ejercicio; divorciarse, que luchar por el matrimonio; alimentar sólo el cuerpo que el espíritu.

Muchos buscan siempre lo más fácil, lo más cómodo, pero ese no es el camino del éxito ni del crecimiento, ni del cumplimiento de los Propósitos de Año Nuevo.

Así lo expresa Cristo cuando dice: “El que escucha mis palabras y no las pone en práctica, se parece a un hombre necio que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”.

Consejos para cumplir los Propósitos de Año Nuevo

Consejo 1. No construir sobre arena

Para nosotros los católicos, el primer consejo para lograr los Propósitos de Año Nuevo es NO construir sobre arena. No es necesario hacer una excavación, no es necesario picar piedra. Esa frase representa a quienes quieren obtener algo rápido y sin esfuerzo.

Lamentablemente, los resultados de una actitud así no son los mejores. Cristo lo advierte cuando compara la destrucción y ruina de una casa, con el desmoronamiento o ruina a la que llegan muchas personas en su vida por haber buscado un camino fácil.

En estos días de inicio de año, no faltan algunos cristianos que buscan el éxito de un nuevo año sólo haciendo oración el día último o el día primero, pero todo el año se olvidan de Dios.

Tampoco faltan los cristianos que, por ignorancia, creen que siguiendo determinados rituales mágicos estará seguro y mejor el nuevo año. Así, se comen las 12 uvas, se ponen ropa interior roja, prenden velas doradas, colocan cuarzos, colocan figuras de borregos en su casa, pasean maletas, etc.

Oración para bendecir la cena de Año Nuevo

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Esperan grandes cambios, pero al cimentar su futuro en supersticiones que son como arena, terminan sin recibir nada, con sus ilusiones y esperanzas destruidas, con el ánimo por los suelos y abatidos por los problemas y dificultades que, como los huracanes y sismos, destruyen las casas mal construidas. ¿Valdrá la pena preparar y provocar nuestra destrucción?

Consejo 2. Construir sobre roca firme

El segundo con consejo tiene que ver con el esfuerzo. La Palabra de Cristo nos invita a esforzarnos, a exigirnos, a trabajar con entusiasmo y constancia, a buscar la sabiduría, a poner nuestra mirada en los valores duraderos y no sólo en las cosas pasajeras, a valorar lo terreno, pero sin dejar de cuidar lo espiritual.

Por eso Jesús dice: “El que escucha mis palabras y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa, pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca”.

El año nuevo seguramente traerá muchas bendiciones, pero también nos presentará dificultades, retos, problemas, etc. Es importante estar preparados para afrontar todo lo que pudiera querer tambalearnos. Para eso es necesario construir nuestro presente y futuro sobre aquello que, como roca, sea estable, no sea pasajero, fundamente nuestra acción y nuestro pensamiento, fundamente nuestras relaciones personales, fundamente nuestra fe y nuestro actuar.

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Consejo 3. Haz un proyecto de vida

Así como un arquitecto o ingeniero reflexionan y estudian de la mejor manera cómo van a construir una casa para que sea resistente, hermosa y duradera, así también el cristiano tiene que dedicar un tiempo para hacer un proyecto de vida:

Se debe preguntar: ¿Qué quiero para mi presente y mi futuro? ¿Hasta dónde quiero llegar? ¿Qué logros quiero obtener? De acuerdo a sus proyectos, tendrá que marcar los pasos y etapas necesarias para que se conviertan en realidad.

Por eso, todo Propósito de Año Nuevo tiene que marcar etapas y distinguirse en propósitos a corto plazo, a mediano plazo y a largo plazo.

Las grandes cosas se van logrando poco a poco, pero se van evaluando constantemente. Si no hay un proyecto de vida se camina, pero no se avanza y tampoco  se puede hacer una evaluación. Cuando no hay un proyecto de vida se puede perder el camino y la meta. Será necesario hacer proyectos personales, de pareja, de familia, para la salud, para la educación e incluso para lo económico.

Oración para iniciar el Año Nuevo

¿Por qué fallamos al querer realizar los propósitos?

Por falta de constancia. En una construcción no basta colocar la primera piedra. Después del entusiasmo inicial se tiene que continuar hasta el final. Es necesario vencer a la pereza, al deseo de comodidad, y buscar la constancias para luchar con ella.

Muchos inician un maratón, pero no lo terminan. Otros inician un curso y lo dejan a medias. Algunos más van la primera semana al gimnasio para desertar después. Hay quienes leen las primeras páginas de un libro, pero no llegan al final. Y muchos inician la lectura de la Biblia para dejarla después abandonada. Sin constancia los propósitos se quedan en palabras o escritos.

Los sentimientos y las emociones son bonitos, pero muy fugaces. Cuando nos dejamos llevar por ellos podemos cometer graves errores.

Por ejemplo, cuando sólo por sentimiento o emoción se casa una pareja, está preparando su fracaso. Cuando por lo mismo se decide una carrera profesional, un trabajo o incluso una religión, lo más seguro es que pronto cambiemos de parecer.

Por eso, al hacer los Propósitos de Año Nuevo será necesario hacerlos con toda calma, buscar un tiempo de reflexión profunda, pidiendo la ayuda de Dios, preguntando a nuestros seres queridos en qué consideran que podríamos ser mejores o qué ven en nosotros que no sea lo mejor.

Así podremos hacer que nuestros propósitos se conviertan en realidad y sean como una casa que no es derribada por los 365 días que se aproximan.

7 errores comunes para cumplir los Propósitos de Año Nuevo

Hay errores comunes que solemos cometer al hacer nuestros Propósitos de Año Nuevo, sobre todo cuando se trata de propósitos espirituales, a continuación te explicamos 7.

1. Hacer demasiados propósitos
Si haces muchos propósitos te abrumarás intentando cumplirlos todos y puede ser que al final no cumplas ninguno. Como dice el dicho: ‘el que mucho abarca, poco aprieta’.

2. Hacer propósitos muy vagos
Si te propones algo así como ‘ser mejor’, tu buen propósito se quedará en el aire, no aterrizará en nada concreto.

3. Hacer propósitos inalcanzables
Es bueno que te propongas metas altas, pero no tan altas que estén fuera de tu alcance. Sé realista.

4. No procurar los medios para cumplir los propósitos
Decía san Francisco de Sales que no basta con hacerse buenos propósitos, sino que hay que poner los medios para cumplirlos.

5. No poner los propósitos en las manos de Dios
A mucha gente le encanta pensar que lo puede todo, pero se engaña. Ya lo dijo Jesús: “Sin Mí no puedes hacer nada (Jn 15, 5c). Si quieres lograr tus buenos propósitos, encomiéndaselos al Señor.

6. Olvidar los propósitos
No basta con escribir los propósitos y guardar la hojita en un cajón (real o virtual). Ponla donde puedas verla al despertar y antes de irte a acostar. En la mañana, pide a Dios ayuda para cumplir tu buen propósito. Y en la noche examina si lo lograste.

7. No hacer propósitos
‘No hay peor lucha que la que no se hace’. El modo más seguro para no cumplir los propósitos es ¡no hacer propósitos! Pero eso es inadmisible. Como creyentes, vivimos a contrapelo del mundo, si no luchamos por avanzar, ¡nos lleva la corriente!

Oración para lograr los Propósitos de Año Nuevo

Oración para lograr los propósitos de Año Nuevo

Padre misericordioso, sabemos bien que nuestro propósito fundamental debe ser buscar tu reino y su justicia. Por eso, ponemos en tus manos todos nuestros proyectos personales y familiares, para que los integres en el proyecto del reino y así contribuyamos con nuestro esfuerzo a la edificación de un mundo que se acerque a lo que Tú quieres para nosotros.
Que nuestros propósitos armonicen con los tuyos y así te demos gloria. Danos la fuerza, la perseverancia y la inteligencia para llevar a cabo nuestros proyectos, sabiendo que el fruto será obra tuya. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús, en el poder del Espíritu Santo. Amén.

P. José de Jesús Aguilar

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