Crucifixión de Jesús / Foto: Especial
Muchas personas se preguntan ¿Cuándo empieza la Semana Santa 2023? La Semana Santa (Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección) es del 2 de abril al 9 de abril.
Ésta es la Celebración más importante del año para los cristianos de todo el mundo. Es la Fiesta central en la que los católicos y cristianos recordamos y celebramos de la forma más solemne la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor. De una manera más solemne le llamamos: “la Celebración de la Pascua”.
La Semana Santa 2023 da inicio con la celebración del Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, ovacionado y confesado como el Mesías esperado, en quien se cumplen todas las promesas.
En los Evangelios (de los Sinópticos en el Nuevo Testamento), nos narran la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, quien fue recibido por una muchedumbre que lo aclamaba y ondeaba ramas de palma, en medio de júbilo y el grito de ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Marcos 11:9-10).
El Jueves Santo se conmemora y celebra la Última Cena del Señor Jesús con sus discípulos, antes de ser entregado “tomó pan y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes”.
Del mismo modo, acabada la Cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo y lo pasó a sus discípulos, diciendo: “Tomen y beban todos de él, porque éste el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía”.
Este día después de la Misa de la Institución se expone a la adoración la Sagrada Eucaristía.
Al mandarles “Hagan esto en Conmemoración mía”, instituyó la Eucaristía y también Instituye el sacerdocio ministerial: Eucaristía y Sacerdocio están unidos intrínsecamente desde la última Cena de Jesús; podemos llamarle diciendo que fue “La Primera Misa”: comer su Carne y beber su Sangre, el convite divino.
Durante la celebración de la Última Cena, Jesús lavó los pies de sus discípulos, como signo visible de lo que debe hacer el discípulo y el maestro; el lavatorio de pies a sus discípulos va acompañado de un mandamiento nuevo: del amor (la caridad) y del servicio. El auténtico amor se manifiesta en un amor incondicional y el servicio desinteresado: ¡que nos amemos todos como Dios nos amó!
La conmemoración de la Última Cena, el misterio Pascual, se actualiza y se hace presente en cada Misa que se celebra en todo el mundo, respondiendo al mandato de Jesucristo. El Pan y el Vino eucarísticos son presencia real de Jesús, banquete y sacrificio de la Alianza nueva y eterna, alimento de comunión con el Señor y con el prójimo en espera de su venida al final.
Luego de la Última Cena, Jesús y los discípulos fueron al Monte de los Olivos, donde el Señor fue aprehendido, luego de ser traicionado por Judas.
Por la mañana se realiza el Via Crucis, el caminar de Jesús y toda su pasión, el caminar con la cruz a cuestas, hasta llegar al lugar de la crucifixión, con su muerte y sepultura. Un momento fuerte, incluso impresionante, de lo que sufrió Jesús desde el juicio a la condenación, hasta su muerte en la cruz.
Por la tarde, alrededor de las 3pm, se celebra la Liturgia de la Pasión y muerte de Jesús en la cruz, según la hora que nos dicen los Evangelios. Con la Sangre derramada del Cordero en la Cruz, se realiza la Nueva Alianza: el Cordero que se entrega para redimir y salvar a toda la humanidad. Nuevo Cordero, nueva Pascua, eterna y definitiva.
Una bella tradición y una ayuda catequética es la reflexión y meditación de las Siete Palabras pronunciadas por Jesús al estar clavado en la cruz.
El Sábado Santo o Sábado de Gloria es el día que se dedica a la oración y la meditación sobre la pasión de Cristo, día de duelo, día de mirar y analizar lo que paso con la pasión y muerte. Pero, sobre todo, de espera, pues dijo: “al tercer día resucitaré”, marcado este sábado por la esperanza y la desconfianza, ¿será que resucitará? Tiempo de espera de la Resurrección de Jesucristo. El Sábado Santo no se celebra Misa.
Este día es el más solemne de la Iglesia, día de la Resurrección de Jesús, vence la muerte y triunfante sale resucitado (vivo) del sepulcro. La muerte ha sido vencida con su resurrección. Jesucristo resucitó de entre los muertos al tercer día después de ser crucificado. Su resurrección señala el triunfo de la luz sobre las tinieblas, la vida sobre la muerte.
La Vigilia Pascual. Por la noche, cerca de la media noche se celebra la Vigilia Pascual, el acontecimiento de la noche para amanecer del domingo, el momento de la Resurrección. No sabe ni el día ni la hora, pero hay la certeza fundada que resucitó el primer día de la semana judía, el día siguiente del sábado, en el mundo moderno occidental le llamamos Domingo (el día del Señor). Al tercer día resucitó y se les apareció a los que había escogido como sus testigos y a otros tantos testigos.
La celebración de la Vigilia Pascual, el momento de la Noche Santa en que Jesús sale triunfante de la muerte del sepulcro. Este es el día del triunfo del Señor, día de alegría y de gozo! Aleluya, el Señor resucitó, día de alegría y de gozo. Con esta celebración alegre y solemne se inicia el Domingo de Resurrección.
Si es posible, la Solemne Vigilia de la Pascua se inicia poco antes de las 24 horas, para que a esa hora se celebre el momento de la Resurrección. Es la Misa que ningún fiel cristiano debe perderse, se le suele llamar la Misa de las Misas.
Se inicia a oscuras con el encendido del fuego nuevo que es bendecido, luego se enciende el Cirio Pascual que está lleno de símbolos catequéticos: la cera, fruto de las abejas; la cruz marcada, el año actual (2023 d. C.), los inciensos mostrando las llegas del cuerpo de Jesús; el Alfa y la Omega (primera y última letra del alfabeto griego, principio y fin), y no se diga la luz que ilumina a todos los presentes a esta fiesta; y todos encienden su cirio del Cirio Pascual, la luz se comparte e ilumina a todos, además que debemos brillar e iluminar a los demás.
Con el Cirio encendido y los cirios encendidos de los fieles se entona solemnemente el Pregón Pascual, un Himno muy antiguo y bello que canta las maravillas de Dios y la fidelidad a sus alianzas, para culminar con Definitiva alianza, a través del Hijo encarnado, el nuevo Cordero que se inmola de una vez y para siempre, irrompible.
Con sólo la luz del Cirio Pascual, se hace un repaso de algunos de los textos bíblicos que nos contextualizan en lo anunciado: el Mesías presente en nuestra historia y la Nueva Alianza que sella con su Sacrificio en la Cruz; las promesas, las alianzas de Dios con su pueblo escogido, la presencia salvífica de Dios en la historia concreta de un pueblo y la apertura de la salvación a todos los pueblos.
Las Misas de este Domingo se celebran y se hace la celebración del Domingo de Resurrección.
Si asistimos a la Misa de la Vigilia Pascual, ya cumplimos con el precepto dominical; como una precisión, la Vigilia Pascual es el inicio del gran y único día de la Resurrección. Todas las Misas del año son la misma celebración pascual: Pasión, muerte y resurrección del Señor. El misterio pascual se devela en cada Eucaristía, lo “misterioso” se ha vuelto visible y nos desborda las gracias emanadas como alimento para la vida eterna.
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