Santa Rosa de Lima es la primera santa nacida en tierras latinoamericanas. Es conocida como patrona de América Latina y Filipinas. Nació el 20 de abril de 1586 en Lima, Capital del Virreinato del Perú.
Su nombre era Isabel Flores de Oliva, fue una laica perteneciente a la Orden de los Dominicos, que consagró su vida a Jesús y se comprometió con las causas sociales de su época, servía a los pobres y enfermos.
Una de sus hazañas, según cuenta la tradición popular, es que en 1615 buques corsarios neerlandeses se disponían a atacar Lima.
Rosa reunió en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario a un grupo de mujeres, y cuando escuchó del desembarco de los buques, protegió con su cuerpo al Santísimo Sacramento. El capitán de la flota falleció y las naves regresaron sin atacar.
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Rosa de Lima fue beatificada el 15 de abril de 1668 por el Papa Clemente IX, y canonizada el 12 de abril de 1671 por el Papa Clemente X. Fue proclamada Santa por la vía de la práctica de las virtudes teologales en grado heroico.
Santa Rosa de Lima falleció el 24 de agosto de 1671, pero se fijó la fiesta en la Iglesia Universal el 30 de agosto, porque el 24 ya era fiesta de San Bartolomé. Por tradición, en esta última fecha se le celebra en Perú y otros países de América Latina.
Sin embargo, tras el Concilio Vaticano II se reordenó el año litúrgico y en 1969 se aprobó que la fiesta de los santos debía ser la fecha de su muerte.
Con dicha modificación, la fiesta de Santa Rosa de Lima quedó estipulada el 23 de agosto para la Iglesia Universal, día más cercano a la fecha de su muerte.
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