La Iglesia Católica celebra a San José de Calasanz cada 25 de agosto, día de su fallecimiento.
San José de Calasanz es el fundador de la Orden de los Escolapios y de las Escuelas Pías. Es un pionero de la educación. Y, desde 1948, el Pío XII le declaró patrono de las Escuelas Cristianas.
Este santo nació el 11 de septiembre de 1557, en Peralta de la Sal, en Aragón, España. Estudió filosofía y leyes en Lérida, Valencia y Alcalá de Henares.
Su padre quería que fuera militar y se casara para perpetuar el linaje, pero en 1582 una enfermedad cambió su vida. El joven, cerca de la muerte, le prometió a Dios que si recuperaba la salud, se dedicaría a la salvación de almas. Así fue.
Recibió la ordenación sacerdotal el 17 de diciembre de 1583, por el obispo de Urgel, Hugo Ambrosio de Moncada, quien lo designó como su teólogo, confesor y Vicario General.
Inició su ministerio en la Diócesis de Albarracin, en España, donde el Obispo lo envió a una región montañosa, habitada por gente con poca preparación religiosa. Ahí visitó familia por familia para evangelizar.
Cuando su obispo fue transferido a Lérida, lo llevó consigo, y en 1586 lo acompañó como Visitador Apostólico a la Abadía de Montserrat. Más adelante fue Vicario General del Distrito de Trempe.
Su vida tomó un nuevo giro cuando se mudó a Roma, bajo la protección del Cardenal Marcantonio Colonna.
En la Ciudad Eterna ingresó a una cofradía de la Doctrina Cristiana donde enseñaba catecismo.
En Roma observó gran cantidad de niños huérfanos y pobres que necesitaban instrucción. A partir de ahí decidió renunciar a los altos puestos que por su trayectoria le habían ofrecido y dedicarse a servir a Dios a través de la educación.
Así inició su primera escuela que abrió en la parroquia de Santa Dorotea del Trastévere, donde el párroco le ofreció dos cuartos para la naciente institución y le brindó ayuda para que continuara su labor. En poco tiempo, tenía mil niños bajo su cuidado.
Con una contribución anual del Papa Clemente VIII, y otras donaciones, pudo ampliar sus trabajos.
A las escuelas que fundó les puso por nombre Escuelas Pías, y los sacerdotes que ingresaron a laboran en ellas fueron llamados Escolapios.
En 1602 alquiló una casa en San Andrea della Valle, comenzó la vida comunitaria con sus asistentes, y puso los fundamentos para su congregación religiosa.
En 1612, consiguieron un edificio en San Pantaleone para las Escuelas Pías, ahí vivió hasta su muerte el 25 de agosto de 1648, a los 92 años, cuidando niños abandonados.
Fue beatificado el 7 de agosto de 1748, y canonizado por el Papa Clemente XIII el 16 de julio de 1767.
Los padres Escolapios tienen 205 casas en el mundo, dedicadas a la educación, que atienden con la ayuda de 1630 religiosos.
El Papa Pío XII declaró a san José de Calasanz patrono universal de las escuelas cristianas.
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