San José de Cupertino es un santo venerado en la Iglesia Católica, famoso por sus dones espirituales excepcionales, entre los cuales se destaca, según la tradición, su capacidad para levitar y volar. Estos fenómenos sobrenaturales han desconcertado a creyentes y escépticos a lo largo de la historia.
En este artículo, exploramos la vida de San José de Cupertino y su misterioso don de elevarse por los aires, un tema que ha capturado la imaginación de generaciones; de ahí que en la iconografía se le presente volando.
José, nacido el 17 de junio de 1603 en Cupertino, Italia, fue un franciscano que vivió en el siglo XVII. Su vida estuvo marcada por experiencias religiosas extraordinarias desde una edad temprana. Aunque era considerado un hombre simple y humilde, José se convirtió en un pilar de la espiritualidad cristiana debido a hechos sobrenaturales.
Desde su infancia, San José de Cupertino experimentó éxtasis místicos y visiones religiosas. Su falta de habilidades intelectuales le impidió unirse a la orden franciscana de manera convencional, pero finalmente fue admitido. San José llevó una vida de devoción religiosa, oración constante y penitencia.
Uno de los aspectos más intrigantes de la vida de San José de Cupertino fue su capacidad para volar o levitar. Según los testimonios y relatos históricos, San José experimentó episodios de levitación en numerosas ocasiones. Estos eventos generalmente ocurrían durante momentos de profunda oración y contemplación.
Las descripciones de estos fenómenos son consistentes: San José se elevaría del suelo sin previo aviso, flotando en el aire ante testigos atónitos. A menudo, estas levitaciones se producían cuando estaba en presencia del Santísimo Sacramento. Durante estos momentos, San José de Cupertino parecía estar completamente absorto en la comunión con Dios.
La capacidad de San José de Cupertino para volar ha desconcertado tanto a creyentes como a escépticos durante siglos. Los creyentes lo ven como un ejemplo de la cercanía de San José con Dios, una manifestación de su santidad y su profunda espiritualidad. Argumentan que estas levitaciones son un signo de la gracia de Dios en acción.
Por otro lado, los escépticos buscan explicaciones naturales para estos fenómenos. Sugieren que las levitaciones podrían haber sido el resultado de estados alterados de conciencia, histeria religiosa o incluso trastornos neurológicos. Sin embargo, la consistencia de los relatos y la relación de estos eventos con la oración y la vida religiosa de San José, plantean preguntas que no son fáciles de responder.
San José de Cupertino fue canonizado como santo por el Papa Clemente XIII en 1767, y su festividad se celebra el 18 de septiembre. Su capacidad para volar es sólo uno de los muchos aspectos extraordinarios de su vida que lo han convertido en un objeto de admiración y veneración.
La Iglesia Católica reconoce a San José de Cupertino también como el santo patrón de los estudiantes, los examinados y los viajeros aéreos.
“San José de Cupertino, patrón de los pilotos y de aquellos que enfrentan el miedo a volar, guía nuestros aviones y concede tranquilidad a quienes viajan por los cielos, permitiéndoles experimentar la seguridad y la paz en sus corazones mientras surcan los cielos.”
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