La Virgen María con una corona de flores. Foto: Cathopic
Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos
de alcanzar las divinas
gracias y promesa de
nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Te puede interesar: 5 oraciones básicas para enseñar a los niños
Te puede interesar: Virgen María: ¿Por qué llamarla Madre de Dios?
Noble y sabio, uno de los últimos Padres de la Iglesia nos invita a enamorarnos…
La libertad según el Evangelio no se reduce a un concepto político ni a una…
La Iglesia del Pocito, ubicada en La Villa de Guadalupe, combina historia, arte y fe.…
La quinta temporada de The Chosen invita a contemplar las últimas horas de Jesús antes…
Próximamente Carlo Acutis será canonizado por la Iglesia, por ello te contamos la historia de…
Para que Carlo Acutis fuera elevado a los altares, debieron de comprobarse dos milagros: uno…
Esta web usa cookies.