Cuando el padre Ranulfo Rojas le informó a su obispo que estaba a punto de graduarse de la Licenciatura en Derecho, su sorpresa fue mayúscula: “¿Pero tú a qué hora estudiaste?”.
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El obispo de Tlaxcala, Mons. Julio César Salcedo, no sabía nada. Pero tampoco lo sabía su familia, sus amigos sacerdotes ni los fieles de su parroquia, Santa Ana Chiautempan; el presbítero había comenzado a estudiar en línea la carrera de Derecho, un antiguo anhelo, sin decirle a nadie, consciente de que compaginar los estudios con su labor como párroco y vocero de la Diócesis de Tlaxcala era un reto mayúsculo.
“Yo no quería que me pasara como dice el Evangelio, como aquel hombre que quiere construir la torre y no se pone a planear si le va a alcanzar el tiempo. La parroquia es grande y tiene mucha actividad, también doy clases en el Seminario y presto el servicio como vocero de la Diócesis”.
“Con toda esta actividad yo pensaba ‘capaz y no termino, me voy a quedar a la mitad’ y qué pena, ¿no? Realmente el obispo supo cuando ya estaba yo convocado a la graduación. El obispo me preguntó ‘¿a qué hora lo hiciste?’ Lo mismo pasó con mi familia y con algunos amigos sacerdotes, cuando los invité a la graduación, lo primero que hacían era preguntarme, ‘¿cuándo lo hiciste?, ¿cómo?’”.
Cuando era un joven sacerdote, el padre Ranulfo Rojas Bretón fue enviado a Roma, donde estudió la Licenciatura en Filosofía, en la Universidad Gregoriana. A partir de ahí, comenzó una carrera como profesor y formador del Seminario, hasta que se convirtió en su rector.
La decisión de estudiar Derecho no fue un simple capricho o una elección azarosa, el padre Ranulfo buscó una carrera cercana a la filosofía, pero que también sirviera como apoyo a su labor como párroco y como vocero de la Diócesis de Tlaxcala, para apoyar a los fieles en temas relacionados con la defensa de los más vulnerables, de los niños y adolescentes, de las mujeres, los migrantes y las víctimas de trata de personas, entre otras problemáticas que vive la sociedad tlaxcaltecas.
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“Todos estos son temas que la Iglesia está poniendo demasiada atención y son temas que nos piden respuesta; damos una respuesta pastoral, sin duda, y es una respuesta muy buena”.
No obstante, el presbítero consideró una gran oportunidad el poder abordar estos temas desde una visión más integral, considerando el marco jurídico.
“Cuando uno se va metiendo a los campos del Derecho, especialmente de la legislación civil, el mismo derecho penal, la Justicia para Adolescentes, cuando comienzas a conocer un poco la Convención Internacional de los Derechos de Niño, todo eso te va abriendo un marco muy amplio para poder asesorar a la gente”.
“Les puedes explicar cómo funciona la justicia, cuáles son las estructuras que tiene la sociedad para defender a la mujer, para defender a los niños y a los adolescentes, entonces sí es muy interesante y se abre una panorámica muy amplia y eso realmente me atrajo mucho”.
El padre Ranulfo está especialmente agradecido por el cariño que ha recibido de sus fieles de la Parroquia de Chiautempan y está convencido de que también para ellos será un gran beneficio tener un párroco-abogado.
“En la parroquia llevamos la dirección espiritual y, en muchos casos, nos piden consejos respecto a problemas que vive una familia como en el caso de los intestados o de juicios familiares”.
“Lo mismo también pasa en la confesión, en los días de confesión mi formación como abogado me va ayudando a hacer un aporte sobre todo en temas que son a veces muy complicados, en el caso de las de las familias de las personas que se ven vulneradas en sus derechos. La confesión es el espacio donde los platican y es el momento en que tú lo vas poniendo en práctica, con una visión más jurídica de lo que pueden hacer en determinadas circunstancias”.
El padre Ranulfo se dice sorprendido por la repercusión que ha tenido la noticia de su graduación como abogado.
“Le agradezco a Dios mucho que esto sirva de motivación a los jóvenes y también a la gente adulta, porque tampoco tengo esta juventud tan temprana para hacerlo”.
“Yo tengo 61 años de de vida y 35 años de sacerdocio y que a estas alturas del partido sirva de motivación, pues esto me agrada mucho y qué bueno, que que se dé la oportunidad de que Dios quiera que motive a mucha gente, a otros sacerdotes, a pisar otros terrenos”.
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