Este 30 de diciembre se cumplen 90 años del asesinato de la catequista y Sierva de Dios María de la Luz Camacho, quien perdió la vida por su fe en la puerta de la parroquia de San Juan Bautista, en Coyoacán.
Fue asesinada en 1934 junto con otras 5 personas que custodiaban el templo ante la presencia y amenazas de los Camisas Rojas, un grupo de choque, anticlerical, que comandaba Tomás Garrido Canabal, quien fue gobernador de Tabasco y se desempeñaba como Secretario de Agricultura en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas.
Aquel domingo, unas 5 personas dispararon contra los fieles que protegían el templo pues había amenazas de quemarlo. María de la Luz Camacho era franciscana terciaria e integrante de la Acción Católica. Ella quería ser religiosa y trabajando como costurera, estaba ahorrando para pagar la dote e ingresar con las Carmelitas Descalzas.
A la fecha, la comunidad franciscana de la Provincia del Santo Evangelio está interesada en promover el proceso de beatificación de esta Sierva de Dios. Son varias las razones que mueven el deseo de dar más fuerza a este proceso, pues ella era una laica ejemplar, soltera, integrante de la Acción Católica de los Jóvenes Mexicanos y a la Orden Francisca seglar, y vivió los difíciles años de la persecución religiosa en México.
Para promover esta causa, primero fue designado el padre Jesús Arredondo Marquina como Vice postulador, nombramiento que hizo el superior de los franciscanos de esta Provincia, Fray Joel Cosme Torres, y actualmente, este cargo lo ocupa el Hermano René Hernández. El Postulador es el responsable de las Causas Franciscanas de canonización y él radica en Roma.
Luz María Camacho nació en la Ciudad de México el 17 de mayo de 1907; desde muy joven formó parte del Consejo Parroquial. El 2 de febrero de 1930 tomó el hábito de la Tercera Orden de San Francisco, y su labor como catequista en Coyoacán era continua e intensa.
Los Camisas Rojas, liderados en México por Carlos Madrazo, organizaron un mitin frente a la parroquia y llevaron armas y ella, acompañada de otras personas, permanecieron en la puerta del templo resguardándolo. Los niños y los adultos mayores fueron llevados del templo a la casa conventual, para que fueran saliendo poco a poco.
Cuando inició la balacera, ella, con 27 años de edad, fue herida en el pecho con un impacto en el corazón. Fray Alejandro Torres, franciscano, pudo ungirla con los santos óleos. Esta agresión fue ampliamente difundida en los periódicos de la época.
Su sepelio fue muy concurrido y fue sepultada en el panteón de Xoco, en Coyoacán. Los fieles, indignados, organizaron una marcha multitudinaria hacia el zócalo de la Ciudad de México, para exigir al gobierno que se castigara a los culpables y cesaran las provocaciones a los católicos.
Sus restos mortales, ahora, reposan en la Parroquia de San Juan Bautista, en Coyoacán, perteneciente a la Provincia del Santo Evangelio.
Se invita a los fieles a pedir a Dios algún favor por la mediación de Luz María Camacho, e informarlo a la parroquia de San Juan Bautista.
Para conmemorar los 90 años de la muerte de María de la Luz Camacho, los responsables de la parroquia de San Juan Bautista han organizado una serie de actividades.
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